­¿Qué pueden tener en común un bólido de Fórmula 1, un velero de regatas o un puntero puente de cables de fibra de carbono? Por un lado, que sus componentes se benefician del último grito en tecnología de materiales como la fibra de carbono o las aleaciones de acero. Por el otro, que algunos de ellos comparten lugar de nacimiento en la empresa Future Fibres, instalada en la localidad de Museros y a tan sólo 15 minutos del puerto de la ciudad de Valencia.

«Future Fibres nació en 1997 como una empresa que fabricaba cables y mástiles más ligeros y resistentes para las embarcaciones de la Copa América, aunque con el tiempo hemos sabido transferir nuestra gran experiencia y conocimientos a otros sectores que no parecen tener nada que ver», comenta Naomi Crosbie, directora ejecutiva de la empresa. Y es que esta compañía, que emplea a casi un centenar de ingenieros y técnicos altamente cualificados, ha hecho frente a encargos tan diversos como la elaboración de las jarcias del primer puente de cables de fibra de carbono del mundo (situado sobre el río Júcar, en Cuenca), o la fabricación de los anclajes de seguridad que fijan los neumáticos al chasis de los bólidos de Fórmula 1 en caso de accidentes a gran velocidad.

Experiencia técnica en varios sectores

Gran parte del reconocimiento de esta firma radica en su afán de innovar a la hora de manufacturar piezas de alta complejidad y en saber adecuar su producción a las necesidades específicas de cada uno de sus clientes internacionales. De hecho, la empresa posee tres demarcaciones en todo el mundo (Reino Unido, Italia y España), cada una de las cuales se especializa en cumplir con los diversos encargos de un sector en particular. Todos los centros de Future Fibres están a la vanguardia en las tecnologías de compuestos como la fibra de carbono, el titanio o el acero, gracias a tecnologías como «Aero», un cable aerodinámico que mejora el rendimiento de los barcos de regata; «Thermoset Carbon», que permite crear piezas de resina epoxy de última tecnología; o la revolucionaria «FlexC», que hace más resistentes y maleables las aleaciones de carbono fabricadas. «Nuestra empresa es la única en el mundo que produce todo tipo de cables y piezas con materiales avanzados como carbono, PBO, FlexC, Dyneema o Kevlar. Esto es posible gracias a una gran inversión en investigación para estar siempre a la vanguardia», comenta Crosbie.

Un complejo de 3.000 m2 en Valencia

El carácter global de la empresa Future Fibres queda patente de forma clara en las instalaciones de la ciudad de Valencia. Se trata de una superficie que ocupa unos 3.000 metros cuadrados, y que se encarga de tramitar y desarrollar la totalidad de los pedidos de piezas y materiales para todo tipo de embarcaciones (desde yates de lujo hasta veleros de competición).

Gracias a la alta tecnología de las instalaciones y a la cercanía logística con el puerto de Valencia, Future Fibres es capaz de manufacturar y enviar con gran rapidez sus productos más demandados, como mástiles de fibra de carbono, cables y cordajes de acero o titanio e incluso piezas de soporte que luego son usadas para garantizar la estabilidad y durabilidad de la estructura de las embarcaciones de sus clientes.

Cables de carbono para competición

El constante avance tecnológico en el sector de la Fórmula 1 es una de las señas actuales de Future Fibres, que ha decidido trasladar la tecnología «FlexC» también a su oferta de productos para competición marítima. El nuevo avance, antes exclusivo para algunos de los monoplazas de la F1, es capaz de producir cordajes de fibra de carbono con mayor resistencia, flexibilidad y fatiga que los previos gracias a un nuevo proceso de entrelazado y fusionado de las fibras de este material.

Tras un período de pruebas con cuatro embarcaciones de la Barcelona World Race, la compañía ya cuenta con varios equipos de la próxima Volvo Ocean Race dispuestos a usar estos cables con tecnología «FlexC» en su veleros.

Alta tecnología. Diversos sectores

La empresa Future Fibres se ha especializado en trabajar con materiales como el carbono y el titanio para producir componentes de alta tecnología que luego son usados en la Fórmula 1 o en competiciones náuticas.