­

Las asociaciones profesionales y sectoriales están pasando por un momento bastante delicado

A partir de 2008 y con los incumplimientos de fondos que teníamos que recibir de los proyectos asociativos, subvenciones, etcétera. las entidades financieras nos instaron prácticamente a la ejecución de las pólizas de crédito. Tuvimos que hipotecar la casa una vez más. La experiencia empresarial ayuda a los cuerpos directivos a tomar las medidas adecuadas, con el objetivo de mantener la actividad. Ahora tenemos 62 asociaciones cuando hace apenas 20 años éramos una veintena.

¿A qué se debe la concentración?

Hay asociaciones locales que deben unirse ante problemáticas comarcales, o ante la presión que ejercen los nuevos modelos de distribución vía grandes superficies o nuevos modelos de cadenas y marcas. El 10 % de las poblaciones de menos de 5.000 habitantes ya no tienen ningún comercio.

Hay mucha disgregación asociativa en el mundo del comercio: Unión Gremial, Covaco, Cecoval, Fevalco€

El modelo de Unión Gremial es el de la trasparencia, de la participación, de las cuentas claras€

¿El resto no lo hace así?

Otras problemáticas son las que se aparta de ese modelo sostenible y agradan a lo cantos de sirena y los modelos económicos que en cada momento interesen. Otro se han dejado llevar por el modelo que ha marcado el gobierno de turno o ha intentado financiar sus actividades a través de la subvención pura y dura.

¿A qué se debe la pugna con Covaco?

Hubo cambios estatutarios que entendíamos que eran para abrir la confederación a una pluralidad que no se ha dado y un enquistamiento en el modelo de gestión, que no obedece a los planteamientos de trasparencia y participación. Eso ha creado sus tensiones. Eso ha llevado al comité ejecutivo de Covaco a, por una mayoría cualificada, a aprobar un expediente de expulsión del que no se nos ha informado. Llevamos dos tres meses en este plan.

¿De ahí viene el acercamiento con la CEV?

Siempre ha habido contactos e interlocución.

La liberalización de horarios con el argumento de los municipios turísticos qué efectos ha tenido en el pequeño comercio.

Ha habido un cambio en los hábitos de consumo. En lugar de comprar entre semanas en el ámbito comarcal y de barrio se compra únicamente los fines de semana. Se ha producido un efecto llamada y al final el lunes, el martes el miércoles la gente no se toma ni el café ni el almuerzo. Se ha producido un empobrecimiento y un proceso de cierres y quiebras de comercios que no pueden subsistir.

Con la crisis hay mucha gente que se está lanzado a montar comercios. ¿Se hace de forma viable?

Nosotros tenemos un servicio de asesoramiento para aconsejar emplazamientos adecuados. Desgraciadamente en los último cinco años hemos sidos testigos de muchas inversiones de recursos que se recogían de cobros únicos del paro o recursos familiares que han ido a parar a negocios que no se han consolidado. A veces no solo se cierran estos comercios sino que se produce un efecto nocivo en el sector o en la zona.