Era una estupenda mañana del 4 de agosto de 2011. A las 13.14 horas, Jaime Bergel Sáinz de Baranda enfundó su cuerpo enjuto pero fibroso en el traje de neopreno y se lanzó al agua del Puerto de Tarifa vigilado por la embarcación Columbia I y la zodiac Duende del Mar. Flanqueado por bancos de atunes y algún cetáceo, según las crónicas de la zona, nadó y nadó durante cuatro horas y 43 minutos hasta alcanzar la costa de Punta Almansa en Marruecos. Hizo un tiempo aceptable, loable en una persona que en esas fechas contaba 45 primaveras. Disfrutó de una travesía plácida, con excelente condiciones meteorológicas. Tan orgulloso está de su hazaña, que Bergel ha colgado en Youtube un vídeo resumen de su recorrido de 17,6 kilómetros en el que muestra incluso el diploma que le expidió la Asociación de Cruce a Nado del Estrecho de Gibraltar.

Bergel no se comió ningún delfín durante su travesía de fondo a nado pese su fama de tiburón de las finanzas. Hacía apenas unos meses que había vivido una turbulenta etapa profesional. Fundador y responsable del fondo de capital riesgo Gala Capital, Bergel decidió poner fin a esta aventura profesional para desconcierto de algunos de sus fondistas, muchos de ellos integrantes de las grandes fortunas del país (Del Pino, Manuel Jové o Alicia Koplowitz) a los que Bergel logró embarcar en su proyecto. Gala Capital está ahora en proceso de liquidación de su cartera. Ha logrado buenas plusvalías con la desinversión de firmas como Jimmy Choo o la de renovables Cesa Eólica, pero ha tenido también pinchazos en Coronel Tapioca o Núcleo.

Formado como ingeniero civil en la Universidad de Texas y MBA por Northwestern University, Bergel fundó Gala Capital tras un exitoso paso por la banca de inversión. Fue alto ejecutivo de Goldman Sachs y llegó a presidir la división en España y Portugal de Merill Lynch. Ocupa también la presidencia de Bacardi en España y Panda Security.

En febrero de 2012, el fondo americano de capital riesgo HIG Capital anunció la apertura en Madrid de una oficina con un equipo de algo más de una docena de personas dirigido por Jaime Bergel dentro de su división europea, cuya matriz HIG Luxemburg Holdings tiene su sede social en Luxemburgo, un paraíso fiscal dentro de la Unión Europea. La de Madrid es la cuarta oficina de HIG Capital Europa en Europa, tras la de Londres, París y Hamburgo. Con 8.500 millones de dólares en gestión, según algunas publicaciones el fondo ha dejado en manos de Bergel un talón de 600 millones de euros para invertir.

Apenas seis meses después de su nombramiento, Bergel ya tenía en marcha su primera operación. En octubre la empresa Vértice 360 anunciaba a la CNMV que había alcanzado un acuerdo con HIG Capital para darle entrada en su accionariado a través de la filial de servicios audiovisuales. La apuesta era clara. Sanear la mercantil, muy tocada económicamente, y dotarla de músculo financiero de cara al proceso de privatizaciones en las televisiones autonómicas que se avecinaba. En julio de 2013 HIG Capital tomó el control total de Vértice Servicios Audiovisuales (hoy conocida como Tres60) tras ejercer la opción de compra por el 50,01 % que aún no poseía. Aunque el importe de la operación no ha sido confirmado oficialmente se estima en 20 millones de euros.

Bergel no había tardado en situar al frente de Tres60 a sus peones. Él fue nombrado consejero y en la presidencia colocó al exministro con el Gobierno de José María Aznar, Josep Piqué. Tras aliarse con las productoras locales Endora y Mecomlis jugó fuerte en el concurso de externalización de programas de RTVV. La empresa pública que todavía dirige Rosa Vidal le ha adjudicado los tres lotes en concurso al obtener las mejores puntuaciones económicas y dos de las mejores puntuaciones en contenidos. Todo un éxito para su primer gran concurso, cuya evolución dependerá ahora de cómo se resuelvan los conflictos de la propia RTVV, inmersa en las dudas jurídicas sobre su Expediente de Regulación de Empleo.

El olfato de la oficina de HIG Capital en Madrid también le ha llevado a la puerta del banco malo. Cuando nadie lo esperaba se coló en la primera gran subasta de paquetes de inmuebles de la Sareb. La sociedad de activos que preside Belén Romana y dirige Walter de Luna está tratando de poner en el mercado la ingente cantidad de activos del ladrillo que adquirió a la banca nacionalizada o receptora de ayudas públicas. Para ello puso en marcha este verano la operación Bull, el primer Fondo de Activos Bancarios (FAB), un instrumento de inversión que le permite captar capital y comercializar los inmuebles. La Sareb ofertó el fondo a los inversores y HIG Capital presentó la mejor oferta 100 millones de euros por el 51 % de un fondo que aglutina cerca de un millar de viviendas, 750 anexos (plazas de garaje y trasteros) y un local comercial. Un buen número de activos, 343, se ubican en la Comunitat Valenciana, la autonomía que más aporta a la cartera.

Los FAB son un invento especialmente atractivo desde el punto de vista fiscal para los inversores, especialmente los no residentes, exentos de tributar en el Impuesto de Sociedades. Bergel no tardó en poner condiciones a la operación. La encargada de gestionar la comercialización de esos inmuebles será Monthisa, una inmobiliaria del empresario de origen murciano Santos Montoro.

No hay mejor prueba de que Bergel juega fuerte que la lista de aspirantes al FAB que HIG Capital derrotó, todos ellos conocidos fondos buitre. El primer es Lone Star, que incluso había participado en la arquitectura de la operación. A la puja también habían concurrido Apollo Global Management, Colony Capital y una oferta conjunta de Centerbridge y Cerberus, según publicó The Wall Street Journal.

Con sede central en Miami

No todas las inversiones de HIG Capital alcanzan el éxito. En la última batalla política por la casa Blanca este fondo de inversión con sede central en Miami apostó y perdió por el candidato republicano Mitt Romney frente a Barack Obama. Las cuentas de la campaña reflejan que de las cuentas de HIG salieron algo más de 382.000 dólares destinados a sufragar los gastos de campaña del partido del elefante. Con delegaciones en Atlanta, Boston, Nueva York y San Francisco, HIG Capital es uno de los fondos más activos de Estados Unidos. Desde su fundación en 1993, ha invertido y gestionado más de 200 empresas de todo el mundo. La cartera actual, según fuentes del propio fondo en Madrid, está formada por 50 compañías con unos ingresos totales de más de 8.000 millones de dólares. En Europa, la web de HIG Capital, que inició su andadura inversora en el continente en 2008, refleja participaciones en 25 compañías, incluida Tres60. «HIG se encuentra en una posición excelente para poder trabajar e las muchas oportunidades de inversión que presenta nuestro país», sostiene Jaime Bergel en las comunicaciones oficiales de la oficina del fondo en Madrid. «HIG está muy enfocada en el mercado medio, integrado por compañías dinámicas que constituyen la columna vertebral de la economía española y que están llamadas a liderar la recuperación económica del país», afirma.

Sin noticias de Ribera Salud

HIG Capital y Jaime Bergel también echaron el ojo como posible inversión a Ribera Salud. El fondo llegó a contactar con los dos bancos propietarios, Bankia y Sabadell, para conocer la situación de la concesionaria valenciana de hospitales. Se planteó la opción de tomar una participación. Sin embargo, según las fuentes consultadas, actualmente esta operación está paralizada y la opción de que HIG compre Ribera Salud se ha alejado. Ribera Salud se ha visto afectada por la suspensión por parte de la justicia madrileña del concurso para la privatización de hospitales de la Comunidad de Madrid. Ribera Salud había resultado adjudicataria de la gestión de los centros y áreas de salud de Vallecas y Arganda. En noviembre de 2012 vendió a Sanitas por 77 millones su parte de los hospitales de Manises y Torrejón.