Tras años de investigación periodística y judicial de la trama Gürtel se ha demostrado que los cabecillas de la red corrupta tenían hilo directo con la presidencia de Feria Valencia. La última prueba de esta buena relación la revela el ex concejal que destapó el escándalo y que llevó las grabaciones al juez Baltasar Garzón para que iniciara las pesquisas, José Luis Peñas. Peñas asegura en el libro «Tierra de saqueo» que Francisco Correa, el jefe de la red, le ofreció dirigir la institución ferial en enero de 2008. «Querían utilizarme para sus negocios como si fuera uno de ellos», afirma al ser preguntado por el periodista Sergi Castillo, autor de la obra.

La entrada de Peñas en la dirección de Feria Valencia no fue necesaria para que la trama se hiciera con buena parte del negocio, puesto que

Álvaro Pérez «el Bigotes» ya empezaba a moverse como pez en el agua en la institución que ha dirigido la última década y hasta esta semana Alberto Catalá. Orange Market, la empresa dirigida por «el Bigotes» asumió en 2008 una campaña de promoción institucional para la feria Hábitat, certamen que reune a los sectores del mueble, el textil y la iluminación. Ese año, en que Correa quería poner al frente a Peñas, la matriz de la red en Valencia facturó a la feria 1.438.400 euros. En febrero de 2009 saltó el escándalo y Orange Market se convirtió en una firma apestada, motivo por el que salió de la lista de proveedores.

Pero en la contratación no acabó la historia. Las buenas relaciones de Álvaro Pérez con el presidente de la feria Alberto Català y Carlos Vargas, director general de la institución, le permitieron situar a dos personas de su estrecha confianza como directora y jefa de mercadotecnia. La primera cesó a principios de 2009, en plena tormenta mediática y la segunda, Cristina Olmeda, se consolidó en la dirección de marketing donde también se vio envuelta en un escándalo tras contratar por 25.400 euros al mes a una asesoría externa. Cabe recordar que Orange Market realizaba actos para el PP y se los cobraba presuntamente a contratistas de la Generalitat, como sospecha la fiscalía y las acusaciones del caso Gürtel. Además, la trama corrupta agasajó con los más suntuosos regalos a la cúpula directiva del PP valenciano.

La gestión de Català y la sombra del PP en Feria Valencia todavía sigue viva. Y coleando. A día de hoy, los populares valencianos todavía adeudan 568.512 euros por la celebración del congreso de junio de 2008, en el que fue reelegido Mariano Rajoy como presidente nacional del partido y Luis Bárcenas como tesorero. La institución ferial contempla esta factura en su contabilidad como de «dudoso cobro». La oposición ha reclamado en reiteradas ocasiones el pago de este dinero, que engrosa el multimillonario agujero que ha dejado la gestión del expresidente.

Un expresidente que fue, desde el minuto uno y mientras se iba destapando la relación entre Orange Market y Feria Valencia, un firme defensor de la gestión del ex presidente de la Generalitat Francisco Camps. «Presidente, te necesitamos más que nunca, y los que te quieren dañar nos hacen daño a todos los valencianos», dijo Catalá.