Las empresas industriales centenarias que han resistido los conflictos bélicos del siglo pasado, ciclos económicos adversos o la feroz competencia de otras firmas y todavía continúan vivas son habas contadas en la Comunitat Valenciana. Entre estas acaba de celebrar su 115º aniversario la antigua Talleres Devís y Noguera (fundada en 1897), en la actualidad en manos de la multinacional germana Vossloh. Tal como recuerda su actual presidente, Íñigo Parra, aquellos fundadores «ni remotamente podrían sospechar que cien años después ese proyecto, pese a los cambios de razón social y propiedad, seguiría manteniendo el mismo espíritu con el que ellos iniciaron su andadura».

El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana acaba de editar El legado de la ingeniería valenciana. 115 años de los Devís a Vossloh (1897-2013). En ese libro, cuentan Francisco Signes (extrabajador) y Joaquín Capilla (exdirectivo), quienes han vivido en sus propias carnes la transformación de la compañía en estas últimas décadas, la evolución de unos talleres de origen muy humilde durante sus inicios hasta llegar a convertirse en un referente mundial en el ámbito de la construcción de material ferroviario tras la iniciativa de dos valencianos treintañeros de finales del siglo XIX: Miguel Devís Pérez y José Noguera Chulià. Eran caldereros de profesión. En esa época de crecimiento y necesario equipamiento de la industria, de la manufactura en general „cuando la economía valenciana era sobre todo agraria„?estos emprendedores aprovecharon la expansión de los campos de naranjas para fabricar componentes fundamentales para mejorar las nuevas plantaciones citrícolas: calderas de vapor, mecanismos de transmisión a motor o bombas elevadoras.

La dictadura de Primo de Rivera (1923) articuló medidas legislativas que configuraron ambiciosos planes de obras públicas, así como subvenciones y apoyos a las compañías ferroviarias y a la industria auxiliar de aquellos tiempos. Fue una etapa clave en el desarrollo de esta fábrica. En noviembre de 1928 falleció el patriarca familiar Miguel Devís Pérez y la sociedad se transformo en Construcciones Devís. En estos primeros tiempos de actividad fabril „todavía no existía Renfe„ la mercantil construyó para firmas españolas hoy ya extinguidas como Norte, MZA, Andaluces Oeste, Central de Aragón, CTFV o Tranvías de Sevilla.

El impacto de la crisis del 29 surgida en EE UU con el crash de la Bolsa en la economía española y la proclamación de la República en España alteró los planes de una compañía ya profesionalizada y con elevada carga de trabajo truncada también por el estallido de la Guerra Civil. Un comité de empresa fue elegido por los trabajadores y ejerció la labor de dirección y gestión de una industria que pasó a producir material bélico o vehículos blindados. La constitución de Renfe (1941) supuso el gran salto adelante. Esta compañía estatal pasó a ser el principal cliente de Construcciones Devís, con nuevos talleres en Valencia, Alcázar de San Juan y Carcaixent y con unos 2.000 trabajadores durante la década de los años cuarenta. Las ampliaciones de capital para acometer sus inversiones dieron entrada en la sociedad a la familia Villalonga y Boluda (consejeros de Bancor y del Banco de Valencia).

La constitución de Macosa en 1947, resultante de la fusión de Construcciones Devís y Materiales y Construcciones (con plantas en Barcelona) disparó la actividad del grupo. Del taller metalúrgico se pasó a una gran sociedad, que además de Renfe, contaba con General Motors como socio tecnológico. El último de los tres hermanos Devís falleció en 1961 y desde entonces la1 saga familiar se extinguió en la relación con esta compañía valenciana.

La construcción de locomotoras diésel-eléctricas durante los años sesenta fue clave en otro ciclo expansivo, sobre todo por las ventas al exterior. En 1970 Macosa era la segunda empresa española más exportadora. En esos tiempo decidió abrir una nueva factoría en Albuixech, aunque la crisis financiera y laboral de Macosa de finales de los setenta, así como el parón de los pedidos de Renfe, truncó su ampliación. En 1991se produce la integración de grandes multinacionales europeas de construcción ferroviaria y la francesa Gec Alsthom tomó las riendas de Macosa, ya fusionada con otras firmas. Con todo, la crisis de su matriz en 2005 motivó la desinversión de su fábrica de Albuixech, adquirida por Vossloh AG, que ha vuelto a colocar al centenario negocio en el mapa internacional y garantizar su futuro.