Faura ha dado luz verde a la tala de unos 75 árboles de la montaña de La Rodana para evitar la propagación del Tomicus, insecto perforador que está haciendo estragos a lo largo de toda la geografía comarcal y autonómica. De hecho, la Conselleria de Medio Ambiente ha situado en Sagunt y Quart de les Valls dos de los 117 focos que se han detectado.

Aunque Faura no se encuentra entre ellos y, por lo tanto, su ayuntamiento no está obligado a tomar medidas contra la playa, el gobierno municipal ha querido tratar los pinares de inmediato, ya que, según el alcalde Toni Gaspar «el Tomicus no entiende de fronteras ni términos municipales. No queremos ni podemos esperar —añade el socialista— a que la Generalitat nos aconseje actuar». Así, dos técnicos del pueblo procederán en breve a talar y retirar los árboles afectados por el insecto, así como colocar trampas de feromonas, consistentes en unos difusores de cairomones que se utilizan para atraer ambos sexos.

Según precisan desde Faura, en la comarca también se ha declarado la existencia de la plaga en Albalat dels Tarongers, Alfara de la Baronia, Algar del Palància, Algímia d'Alfara, Estivella, Gilet, Segart y Torres Torres, así que Gaspar insiste en que «no podemos quedarnos de brazos cruzados. Esto podría suponer la muerte de buena parte de La Rodana, que sólo tiene 50 hectáreas», añade.

En esta línea, el alcalde ha calificado de «completa irresponsabilidad» el modo en que Medio ambiente hace frente a esta plaga. «Afecta a toda la Comunitat Valenciana y, por lo tanto, estamos hablando de un tema que debería ser prioritario. Lo más adecuado —concluye— hubiera sido actuar de manera conjunta».