El candidato socialista a la alcaldía de Sagunt, Francisco Crispín, ha mostrado su indignación al conocerse que el Ministerio de Fomento deja otra vez fuera de las inversiones estatales la conexión ferroviaria entre Valencia y Aragón, vital para el desarrollo de El Camp de Morvedre y base fundamental para la reindustrialización, según destaca.
«Es indignante que el PP dé prioridad al corredor central, dejando en espera el corredor mediterráneo, un eje de pasajeros y sobre todo mercancías que situaba a nuestra ciudad como nodo logístico fundamental en la conexión entre Valencia y Aragón. La falta de modernización y adecuación de esta infraestructura ferroviaria es otra agresión política a nuestra ciudad, que pondrá más dificultades a los intentos de reindustrialización,que es una necesidad imperiosa», ha asegurado Crispín.
Para el cabeza de cartel socialista, las decisiones de Fomento en esta cuestión son una muestra de «política interesada y manipulada para beneficiar el eje central en contra del mediterráneo». Bajo esta prisma, Crispín «les doy toda la razón y comparto el cabreo de los empresarios valencianos por la falta de inversión. Esto es política y no falta de fondos, pues Conectar Europa, que es el fondo europeo destinado a estas inversiones, ha habilitado hace dos meses a Adif „empresa administradora de estos fondos„ nada menos que 11.900 millones de euros. A la línea ferroviaria que une Valencia con Aragón „prosigue el socialista„ le hace falta una inversión, según los expertos, de 38,5 millones de euros».
El que ya fuera alcalde de Sagunt añade que «como si esto fuera poco, la propia Unión Europea está a favor de eliminar las limitaciones de este pequeño pero esencial tramo que dificulta la integración del corredor mediterráneo y, por supuesto, de forma directa la zona logística programada para Sagunto. Sin embargo, fuera de todo palabrerío y promesas realizadas a los valencianos, las mejoras tendrán que seguir esperando, ya sea las inversiones de los endebles Presupuestos Generales del Estado o de algún acuerdo con el Gobierno de Aragón. Pero no de lo que debería ser, si se tuviera la voluntad política, una inyección directa de fondos europeos, que seria lo más rápido y eficaz para poner las obras en marcha. Ya el rechazo es inadmisible para nuestro corredor, los plazos de ejecución se han llevado por delante toda la demagogia y promesas del Gobierno Central».
