El visto bueno municipal al inicio de la tramitación urbanística para que Lafarge abra una nueva cantera de 2,6 millones de metros cuadrados entre las montañas de Hostalera, Fontanelles y Capellades tendrá que esperar. El motivo son las dudas socialistas sobre el momento de tratar este asunto, ya que «a cuatro semanas de las elecciones» no les parece que se deba abordar esta «cuestión tan compleja y sensible», aunque no esconden, en palabras de su portavoz municipal, José Luis Chover, que «no hemos cambiado de postura».
Tampoco lo han hecho el gobierno local e IP, aunque el primero asegura que ha aceptado dar más tiempo a los otros grupos para estudiar el expediente, según el concejal de Urbanismo, Francisco Villar, mientras que la segunda ha admitido el aplazamiento porque «queremos la máxima transparencia», señala su portavoz Manuel González. El segregacionista añade que «nosotros lo tenemos muy claro y estamos a favor de la propuesta».
Pese a estas palabras, otra circunstancia explica que la petición de Lafarge se quede sobre la mesa y es la baja de Maribel Sáez en las filas populares, que hace que PP e IP no sumen los votos suficientes sin el apoyo del PSPV. En cualquier caso, González apostilla que «si el tema hubiera llegado al pleno, creo que los socialistas lo hubieran apoyado y hubiera salido adelante».
Pero el PSPV no sólo ha pedido tiempo, sino que consideran que el dictamen municipal plantea «incertidumbres», que piden que se aclaren con «informes técnicos suficientes» y con «un debate sosegado y tranquilo».
Más allá de estos matices, el PSPV e IP también se ponen de acuerdo en su críticas contra Compromís. El primero acusa al portavoz nacionalista, Quico Fernández, de «provocar, insultar y crispar» a través de «exabruptos con tintes electoralistas», en referencia a las insinuaciones sobre los intereses compartidos por populares, socialistas y segregacionistas con Lafarge. Por su parte, González censura a Compromís por «ensuciar» y por «engañar para ganar cuatro votos», cuando su único interés es «cerrar Lafarge» y poner en riesgo «el futuro de 500 personas».
Y mientras este bando defiende la propuesta de la cementera en aras de la protección de la montaña de Romeu, donde la concesión extractiva se agota en 2017, y del mantenimiento de los puestos de trabajo, los nacionalistas llevan al pleno de hoy una moción para que el ayuntamiento cumpla el Plan de Acción Territorial de la Comunitat Valenciana, que implicaría la protección de la zona donde Lafarge quiere llevar su actividad extractiva. Compromís, además, reclama que se declare la incompatibilidad de las canteras en suelo forestal estratégico.
El otro grupo con representación municipal que se ha mostrado contrario a la nueva localización de la fuente de caliza para Lafarge es EU, cuyo candidato a la alcaldía de Sagunt, Guillermo Sampedro, ha pedido al alcalde, Sergio Muniesa, que deje sobre la mesa las cuestiones importantes como ésta hasta que se constituya la nueva corporación tras las elecciones. «Estos temas deberían aprobarse ahora con el máximo consenso o esperar hasta la nueva configuración municipal, pero el PP quiere dejarlo todo atado y hacer algunos últimos favores, porque es consciente que no va a gobernar».
