Una combinación de alcohol, otras sustancias y mala suerte se aventuraban ayer como las causas más probables de la muerte de Óscar S.G., un vecino del Port de Sagunt de unos 40 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en una calle de madrugada, sin que los servicios sanitarios de emergencia pudieran hacer nada por reanimarle.
Esa terrible confirmación se produjo sobre las 5,30 horas de la madrugada, cuando un vecino dio la alarma al verlo inmóvil en el suelo, con una brecha en la cabeza. Esto movilizó a la policía local, nacional, y a los servicios médicos, pero ya todo fue inútil.
Desde el primer momento, la policía descartó una muerte violenta y se inclinó por un «cóctel de tóxicos» que le habrían provocado una caída, según pudo saber Levante-EMV.
Varios testigos confirmaron luego que Óscar había tenido una noche «muy larga» en la que incluso una patrulla policial le había identificado. Y eso que, como coincidían en diversos locales de esta zona que él solía frecuentar para salir, «de normal, no era una persona conflictiva».
Aún así, esa madrugada, Óscar había protagonizado un sonado incidente en un pub de la avenida Mediterráneo, situado a escasa distancia donde finalmente fue hallado sin vida, pero horas después. La dueña le había invitado a irse sobre las 2 de la mañana al creer que estaba molestando a todos los clientes pero, como se negó en rotundo, cuatro clientes lo acabaron sacando de allí a la fuerza, según explicó luego la mujer a este diario. Él iba con un amigo, pero intentó volver a entrar y, para evitarlo, desde dentro, cerraron la puerta, lo que le hizo dar golpes contra ella «durante casi una hora, impidiendo que las 12 personas que había dentro pudieran salir», según explicó la propietaria a este diario. «No llamamos a la policía porque yo lo conocía de vista y sabía que no era mala persona. Su amigo consiguió llevárselo de allí sobre 3 y 15 minutos, sin que los volviéramos a ver», decía.
Al parecer, ambos acudieron a casa de su acompañante, pero Óscar se fue más tarde y llegó sobre las 4,30 horas a la vivienda de un familiar con la cara magullada, según explicó a este diario un allegado. Tras ello, tampoco acabó allí la noche pues sobre las 5,30 horas de la madrugada es cuando fue encontrado inconsciente en la avenida del Mediterráneo, sin que nada se pudiera hacer por su vida. «Ha sido una pena, era muy buen chico, me caía bien», decía ayer emocionada la camarera de un bar al que solía acudir.
La muerte de este camionero ya retirado, que había llegado a estudiar peluquería, conmocionó a muchos vecinos de la playa del Port, por donde salía a veces. «No tenía enemigos, era generoso, un chico normal», decía la responsable de otro local, aún impresionada al conocer su fallecimiento.
