«¡Ximo Puig debería coger la bandera de Bosal al igual que ha hecho con la de Canal 9!». Con estas declaraciones, el presidente del comité de empresa de Bosal en Sagunt , Antonio González expresaba la voluntad de los trabajadores de que el nuevo gobierno de la Generalitat resuelva la situación por la que atraviesan.
La reunión mantenida el pasado jueves con el recién nombrado conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent, ha vuelto a suponer un balón de oxígeno para los empleados de la fábrica, que «volvemos a tener esperanza», comentaba González.
En la cita, a la que acudió el alcalde de Sagunt, Quico Fernández, la diputada y concejal de Presidencia, Teresa Garcia y la concejal de Bienestar Social, María Giménez, además de la secretaria general de CCOO, Begoña Cortijo, se arrancó el compromiso al nuevo mandatario económico de poner en marcha un plan social para los trabajadores, una reivindicación que el comité de empresa puso encima de la mesa.
El plan deberá contemplar al menos tres puntos: Formación para la recolocación de los trabajadores, dotación económica para los emprendedores y un plan de prejubilación para mayores de 55 años que afectan a más del 20% de la plantilla, entre unas 40 y 50 personas. «Todos estas premisas , se han comprometido a asumirlas y algunas otras nos han dicho, que de momento desconocemos».
Futuro para la planta
La comitiva saguntina también hizo entrega al conseller del Expediente de Regulación de Empleo (ERE ) de la empresa y «le hemos trasladado la visión que tenemos desde la ciudad de la injusticia que se está cometiendo con los trabajadores de Bosal, demostrando que el ERE no está justificado», exponía el alcalde.
Además del plan social, el ayuntamiento y comité de empresa solicitaron la continuidad de la propia actividad. «Hemos pedido al conseller que busque inversores para que esta empresa se vuelva a abrir y pueda ocupar a los trabajadores que están en situación de desempleo, preferiblemente con la misma actividad, aunque tampoco descartamos que pudiera ser otro tipo de producción», avanzaba el mandatario saguntino. A este respecto, el conseller de Industria se mostró dispuesto a buscar inversores para reabrir la fábrica o para reconvertirla, les dijo.
El presidente del comité de empresa reconoce haber visto «un nuevo talante» en este gobierno, ya que «nos avanzó que en unas semanas nos daría respuestas. Lo hemos visto muy comprometido y predispuesto, con un gesto que nos ha llamado la atención y que agradecemos; ha bajado hasta las puertas de la coselleria para hablar con los trabajadores y explicar el contenido de la reunión».
Además del tema de Bosal, el alcalde y el conseller se han emplazado para una próxima reunión en la que se tratará el tema de Sagunto en su conjunto, «porque queremos que nuestra ciudad vuelva a ser un referente de la industria en el País Valencià. Le hemos hecho conocedor del cierre de Galmed, algo que no puede pasar de nuevo, y de la necesidad de impulsar el polígono industrial Parc Sagunt, que como todo el mundo sabe está prácticamente vacío, ya que alberga tres empresas funcionando, mientras que el resto está desierto», terminaba el alcalde.
Por su parte, el conseller y la directora general de Industria y Energía, Julia Company, consideran que la zona de Sagunt es industrial y «tiene que seguir siéndolo en compañía de todos los agentes sociales. Además, vamos a ponernos en contacto con algunos inversores para ver si tenemos la posibilidad de mantener la empresa de manera que los puestos de trabajo puedan mantenerse».
Con anterioridad a la reunión, los trabajadores protagonizaron una manifestación en Valencia para protestar por el cierre y expresar sus reivindicaciones; una protesta que estuvo acompañada por parte del equipo de gobierno de Sagunt.
Los empleados de Bosal llevan desde enero de 2014 sometidos a un ERE por decisión de Bosal España, que considera que las líneas Sagunt no es estratégico.
