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El fuego del «Sorrento» se propagó por el transporte oculto de productos inflamables

La investigación del incendio en Sagunt ha permitido a la Guardia Civil intervenir 4 toneladas transportadas ilegalmente

El fuego del «Sorrento» se propagó por el transporte oculto de productos inflamables

El incendio del buque Sorrento, el pasado mes de abril a 18 millas de sa Dragonera, se extendió por el transporte clandestino en camiones de sustancias altamente inflamables. Las labores de extinción se complicaron debido, supuestamente, a estos productos químicos con propiedades acelerantes de las llamas.

El buque Sorrento, de la naviera italiana Grimaldi que era operado por Acciona, zarpó del puerto de Palma a las 11.50 horas del 28 de abril, con 157 personas a bordo, con destino a Valencia. Unas dos horas y media de travesía después, cuando el navío se encontraba a 18 millas de sa Dragonera, se declaró un incendio en el garaje de la cubierta número 4 por causas que todavía se desconocen. El fuego se extendió rápidamente por toda la embarcación y una columna de humo negro era visible a varias millas de distancia.

La extinción del fuego se prolongó durante dos días. La hipótesis inicial apuntaba a que el origen del incendio se debió a un cortocircuito. Sin embargo, al ser trasladado el buque al puerto de Sagunto, la Guardia Civil descubrió que algunos camiones transportaban productos inflamables sin las medidas de seguridad correspondientes.

A raíz del hallazgo, la Guardia Civil, en estrecha colaboración con inspectores de Transporte del Govern, activaron la denominada 'Operación Estiba'. Ambos interceptaron 4 toneladas de mercancías peligrosas a bordo de 14 camiones llegados a Palma desde la península. Ninguna de estas sustancias había sido declarada a las autoridades portuarias ni se encontraban señalizadas.

El objetivo era impedir a que un siniestro similar al que destrozó el Sorrento pudiera volver a repetirse. Los investigadores realizaron un estudio de las empresas que fletaban envíos de mercancías a través del puerto de Palma.

Tras inspeccionar 14 tractocamiones con sus respectivos remolques llegados al puerto de Palma de buques procedentes de la península, las sospechas iniciales se confirmaron con creces. Los agentes hallaron 4.227,546 kilos de mercancías peligrosas sin declaración ni señalización. Entre las sustancias intervenidas en el puerto se encontraban ácido sulfúrico, líquidos corrosivos o ácido tricloroisocianúrico.

El transporte de mercancías peligrosas siempre supone un gasto adicional para el empresario, tanto por vía terrestre como marítima. La única finalidad del falseamiento en la declaración de estos productos era ahorrar estos costes.

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