A poco más de una semana para que se celebren las cucañas marítimas del Port de Sagunt, la Federación de Peñas ha alertado del peligro a no realizarse ante la falta de autorización del ayuntamiento.
Sin embargo, tras las declaraciones que ha venido realizando el alcalde en los últimos días, se desprende que dan por segura la celebración de las mismas; incluso la que fuera concejal de Fiestas antes de la entrada en el gobierno de EU, María Giménez aseguraba a Levante EMV que sí que habría travesía a nado y palo engrasado.
El vicepresidente de la comisión , Jose Bosque, recuerda que han solicitado al consistorio, por registro de entrada y en dos ocasiones, la autorización del las cucañas y «de momento, no ha habido respuesta», incidiendo en que en la petición se demandaba permiso para los tres actos; el palo engrasado, la travesía a nado y la suelta de patos.
Dado el silencio administrativo al que se acoge la federación, «nosotros entendemos que a día de hoy el ayuntamiento no ha autorizado ninguna prueba, por lo que no podemos llevarlas a cabo».
Ante la ausencia de respuesta, Bosque deja claro que « las cucañas no se pueden hacer. No podemos meter camiones, ni material al recinto portuario necesario para la preparación de las cucañas porque la Autoridad Portuaria de Valencia nos requiere la autorización del ayuntamiento que no tenemos».
El vicepresidente avisa que dada esta coyuntura, «la federación no hará las cucañas hasta que no tengamos la autorización para ello» y deja la puerta abierta a que el consistorio las organice.
En concreto, sobre la suelta de patos, «el alcalde sí que nos ha dicho verbalmente que no la va autorizar».
En referencia a esta última cuestión, desde Iniciativa Porteña se solicitó en la última asamblea ciudadana que la federación pidiera al alcalde la negativa a la suelta de patos por escrito y no en palabra como lo había hecho hasta ahora, una idea que no ha calado en el seno de la comisión, desde donde se considera que la negativa se entiende tras el silencio administrativo.
Desde las peñas aseguran que dejarán hasta última hora su decisión de soltar patos o no y que se tendrá muy en cuenta la encuesta ciudadana que quieren realizar a partir del próximo lunes. En el caso de que se decanten por hacerlo sin autorización, el vicepresidente afirmaba que «tenemos muy claro las consecuencias y a lo que nos enfrentamos», explicando que se podía incurrir en un «delito medioambiental, ya que los patos deben contar con un certificado del veterinario del ayuntamiento, que no nos lo va a dar» además de otra sanción por no tener la autorización.
