El presidente de las peñas de Sagunt, Ricardo Meliá, ha sufrido dos actos vandálicos en quince días.
El último ocurría el pasado domingo cuando fue a recoger el coche de su padre, que suele utilizar con bastante frecuencia, encontrándoselo con la luna de la ventanilla del conductor hecha añicos. «El cristal estaba hecho pedazos», contaba a Levante EMV. «Los daños en el coche son lo de menos, lo que me duele es que se lo hayan hecho al coche de mi padre, esto es de ser poco valientes. Si quieren que vengan a por el mío, per no a por el de él».
El vehículo se encontraba en el norte del Palancia a pocos metros de su casa donde lo había dejado aparcado el día anterior.
Sin embargo, éste no ha sido el único suceso que ha padecido, ya que en plena celebración de las fiestas patronales del núcleo histórico, su vehículo aparecía rayado. «Me hicieron una raya de parte a parte con una llave o algo similar», relataba. En este caso, el coche estaba estacionado en una zona reservada para vehículos autorizados entre los que se encontraban otros de los miembros de la comisión de fiestas, que no han denunciado daños en los mismos. «No creo que la elección del mio entre tantos haya sido al azar, mi coche lo conoce todo el mundo».
Relación con su presidencia
Meliá relaciona estos hechos con su reciente cargo de presidente de las peñas, que ha desempeñado este año por primera vez. «Nunca me había pasado algo similar», aunque sí que recuerda que en el mes de mayo, durante la presentación de los encierros camperos, varios carteles antitaurinos aparecieron pegados en su coche en los que se podía leer «no a los encierros taurinos» o « la tortura no es cultura», frases que un colectivo de antitaurinos pronunciaba a las puertas de la instalación donde se celebró el acto. Sin embargo, asegura no tener sospechas de nadie, aunque sí que le gustaría que «la Policía cogiera a los que lo han hecho esto».
Con esta intención acudirá esta semana a poner una denuncia a la comisaría de policía del Port de Sagunt para tratar de esclarecer lo sucedido.
Pese a lo sucedido, Meliá asegura no tener miedo, pero no esconde que le preocupa el daño que se le pueda hacer a su familia, por ejemplo rompiéndole la luna del coche a su padre, acto que para él no es un hecho aislado.
