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Dos meses «atrapados» en Sagunt

La reanudación de las obras de la calle Valencia sigue sin fecha mientras los problemas de acceso se acrecientan

Dos meses «atrapados» en Sagunt

La reurbanización de la calle Valencia de Sagunt lleva dos meses parada y su reanudación todavía sigue sin fecha. «Sabremos algo a mediados de la semana que viene», adelantaba el concejal de Patrimonio y Contratación, Pepe Gil.

Mientras el ayuntamiento y la empresa adjudicataria de los trabajos continúan negociando aspectos económicos y técnicos del proyecto desde hace varias semanas, los vecinos siguen atrapados por unas obras que obstaculizan el acceso a sus casas y garajes. «Esto es una indecencia. Si quiero entrar a mi casa tengo que rodar y meter el coche en el garaje es imposible», lamentaba un vecino.

El origen de esta paralización reside en la falta de acuerdo entre administración local y empresa ante la petición de esta última de aumentar el presupuesto de la obra tras los hallazgos arqueológicos frente a la iglesia del Salvador. La sociedad considera que la aparición de estos restos disparan el gasto de la intervención e incluso plantean que de seguir perderían dinero. Sin embargo, el consistorio sostiene que en la adjudicación se contemplaba ya una partida de 40.000 euros para excavaciones, más 20.000 euros de mejora , lo que consideran suficiente para cubrir estos gastos que la empresa alega.

Ante esta situación, tanto una parte como otra están presentando modificados al proyecto para dar solución a este problema, sin que ninguna de las alternativas puestas encima de la mesa obtenga el consenso. «Si el ayuntamiento tiene que aumentar el presupuesto de la obra lo hará, siempre que esté justificado y dentro de la ley», decía Gil, quien recordaba que las modificaciones tienen como tope legal un incremento del 10% del coste total, si es superior a este porcentaje la ley obliga a rescindir el contarto.

Desde la administración local se afirma que «se están intentado de todas las maneras llegar a un acuerdo, pero si éste no es posible no descartamos rescindir el contrato de forma amistosa», un extremo «con el que la empresa también coincide», decía Gil.

Pero, «ésta no es la voluntad de ninguna de las partes», por lo que se han dado una semana más para estudiar otras alternativas. «Estamos dispuestos a aceptar los cambios, pero no a cualquier precio; no vamos a permitir una merma en la calidad de la actuación», insistía el nacionalista.

La posibilidad de rescindir el contrato, que no se descarta, implicaría tener que volver a licitar las obras y retrasaría la finalización de la reurbanización, «algo que queremos evitar». Pero en caso de producirse, el consistorio anuncia que volvería a tapar la calle, «si hiciera falta tirar un poco de asfalto lo haríamos, para no aumentar más las molestias de los vecinos» a los que el edil pide disculpas, matizando que la situación de la calle viene producida por «asuntos no atribuibles al ayuntamiento»

Quejas vecinales

Los vecinos por su parte aseguran que es «inadmisible lo que está ocurriendo. No sabemos quién tiene la culpa, pero desde luego, poco están pensando en nosotros».

Para paliar este descontento, más que motivado, el concejal del área ha recogido todas las quejas e inquietudes de los residentes de la zona para tratar de darles respuestas, entre ellas, la aparición de ratas y cucarachas, que campaban a sus anchas. «Salíamos a tomar la fresca a la calle y las ratas pasaban por nuestro lado».

Tras esta denuncia, el consistorio realizó un tratamiento hace unos días y de momento, las quejas vecinales a este respecto han desaparecido.

Los obstáculos para acceder a las viviendas también van a solucionarse con la colocación de más pasarelas e incluso las pérdidas que alegan los comercios, dado que la calle es intransitables, se han puesto en manos del departamento de Hacienda «para ver si es posible aplicarle exenciones fiscales». Lo que sí que han autorizado ya son las exenciones en materia de vados. «Si se tramita personalmente, se les aplicará los beneficios fiscales».

La desprotección es otro de los aspectos que más preocupa a los vecinos, «la Policía no venía por aquí y hace falta», una reivindicación que también está resuelta. En cambio, la imposibilidad de acceso de ambulancias y bomberos mantiene en vilo a los vecinos. Muchos eran los que revelaban a Levante EMV su temor a que pasara algo. «Si se incendia una casa, los bomberos no pueden pasar y si a alguien le ocurre algo, la ambulancia tampoco», un extremo que es imposible de solucionar, según el concejal, ya que la calle está abierta. En este segundo caso, los pacientes son trasladados a las ambulancias mediante sillas de ruedas o con camillas, tal y como los vecinos han constatado.

Este diario ha intentado ponerse contacto con responsables de la empresa que lleva a cabo las obras para recoger su versión, pero sin obtener respuesta alguna.

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