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Perros y ardillas también han muerto envenenados entre Canet y Almardà

Una vecina ya denunció en mayo que su perro murió tras ingerir salmón junto al lugar donde ahora se han hallado felinos heridos con trampas

El reciente envenamiento de gatos callejeros que investiga la Policía Local de Canet d' En Berenguer y la aparición de «lazos-trampa» que han herido de gravedad a dos felinos son sólo «los últimos episodios de un problema» que, según varios vecinos, se arrastra hace tiempo en la zona de playa que marca el límite con Almardà, cerca del lugar donde algunas personas alimentan a gatos abandonados.

Justo en esta zona, hay residentes que relatan más casos de gatos muertos tras ingerir veneno y afirman que ha habido varios perros e incluso ardillas que han sufrido ese triste fin, «aunque nadie lo dijera a las autoridades ni haya estadística oficial».

Una de las afectadas es una vecina de Canet, que sí denunció el pasado mes de mayo ante la Policía Nacional que su perro murió envenenado por este lugar «tras ingerir una sustancia oscura, con fuerte olor a pescado envuelta en un rollito de salmón» que encontró al meterse por un seto. Así lo acreditó ayer la mujer a Levante-EMV, además de reconocer que ella misma encontró luego en la zona «varios trozos similares a los que su perro se tragó» y, posteriormente, halló una bolsa de veneno «llena de bolitas como perlitas de azúcar que podía haber cogido cualquier niño de los que juegan en el parque que hay cerca de allí».

La mujer reconoció estar aún muy afectada por la pérdida de su perro y condenó con dureza que «alguien tire veneno» con impunidad, «sin medir las consecuencias y los riesgos incluso para los niños». Además, decía no tener ninguna duda de la causa de todo esto: «Aquí hay gente muy molesta con los gatos callejeros y se está tomando la justicia por su cuenta, sin importarle si mata a otros animales o pone en peligro a los niños».

Por ello, tras declararse amante de los animales, sí consideró que «el ayuntamiento debería controlar la colonia de gatos abandonados, favorecer su esterilización y su control, para mejorar así evitar que la gente quiera hacer justicia, provocando un problema mayor».

Precisamente en esta última línea es en la que trabaja el Ayuntamiento de Canet, que prevé reunirse en breve con las personas que alimentan a estos felinos abandonados «con tal de concretar cómo normalizar la convivencia entre quienes están a favor y en contra de los gatos». Así lo explicó el alcalde, Leandro Benito, quien admitió que «éste era un asunto que teníamos pendiente desde antes de las elecciones, quisimos abordar en verano, pero como una de las promotoras de las colonias tenía un problema de salud, dejamos para abordar ahora en septiembre».

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