La tradicional procesión malagueña en la que participan los miembros de la Legión «se coló» en la cabalgata de las fiestas de Gilet, dentro de una parodia que incluyó a un joven que emulaba a un Cristo crucificado. Se trata de una elección que no ha sentado bien a algunos fieles, a pesar de los muchos aplausos cosechados cuando los jóvenes «actuaron» en la plaza ante el jurado.
En ese momento, y tal y como habían hecho en algunos puntos del desfile, la treintena de integrantes de la comparsa cantó el himno de la Legión y, en un momento dado, un grupo levantó al unísono su particular «anda», tal y como se suele hacer en Málaga. «Fue una representación de lo que hacen allí, nada en plan mofa», decía Kike Soriano, uno de los integrantes de la peña Dolçaina Style, que optó por este «disfraz» junto a varios jóvenes de la peña El Revolcó. «En el pueblo nos conocen y saben que lo hicimos de forma respetuosa, no por crear polémica, ni ser irreverentes contra el Cristo; era una sátira pero desde el respeto. De hecho, nadie nos ha puesto ninguna pega ni se nos ha quejado», continuaba Soriano.
Aunque algunos feligreses de Gilet con los que ha contactado este rotativo tampoco lo vieron ofensivo y apuntaban que esos jóvenes «son muy conocidos y apreciados porque se involucran mucho en la fiesta», otros no opinaban igual. «Es una falta de respeto a los creyentes, por mucho que digan», apuntaban.
El párroco Vicente Roig declinó hacer declaraciones porque «no quería polémicas», mientras que el alcade, el socialista Salva Costa, quitaba hierro al asunto. «La gente en la cabalgata no lo tomó mal porque no era ofensivo, ni los chicos se metían con nadie... Llevaban hasta la cabra, como suele hacer la Legión», decía este último.
Desde la peña Dolçaina Style, Kike Soriano también apeló a la libertad de expresión para defender la comparsa escogida. «Se critica a quienes no dejan hacer caricaturas de Mahoma y ahora ¿a nosotros también? Estamos ya el siglo XX e hicimos una representación de la procesión, como en 2013 con la del Corpus», comentaba.
Vestidos de comunión
Los defensores de los peñistas recordaban que, hace dos años, esa misma peña ya se disfrazó en la cabalgata de niños de comunión, que incluso salían de sus casas a lo largo del recorrido. «Lo hacen de forma simpática. No es para ofender», decía un feligrés.
Aunque de eso también hay en el pueblo quien discrepa, lo que está claro es que los peñistas, tras entonar ante el jurado «El novio de la muerte», se llevaron el segundo premio de la cabalgata.
