Una marcha nocturna hasta el Palau de la Generalitat. Esa es una de las últimas movilizaciones planteadas por los trabajadores de Bosal, que desde principios de año pelean contra la decisión de la multinacional de cerrar su planta en Sagunt y dejar desamparados a sus cerca de 220 empleados.
«La lucha está siendo muy larga, pero ya estamos al final del camino», admite el presidente del comité de empresa, Antonio González, en referencia a que el procedimiento concursal ya sólo está pendiente de la sentencia, prevista para dentro de unas semanas.
Por este motivo y después del encierro protagonizado en el Ayuntamiento de Sagunt, el siguiente paso será completar una marcha nocturna desde la fábrica de Bosal en el polígono Sepes hasta el Palau de la Generalitat, con la intención de ser recibidos por el President, Ximo Puig. «Es el momento de las soluciones y de la empresa no podemos esperar nada, ni siquiera que la obliguen a hacer frente a su responsabilidad, así que las administraciones públicas deben aportar para un plan social», añade González.
Sobre esta cuestión, el representante de los empleados de Bosal apunta que «nos han dicho que se va a crear una comisión en Les Corts para tratar nuestra problemática, que está muy bien, pero ahora necesitamos medidas efectivas».
Antes de afrontar la recta final de su lucha, los trabajadores de la planta de Sagunt recibirán hoy una visita especial con trabajadores de la planta de Coca Cola en Fuenlabrada, con quien han compartido una parte de estos últimos meses. Una de esas coincidencias fue en Madrid, frente a la embajada belga, donde «nosotros casi no sabíamos ni gritar», apunta González, quien añade que, desde entonces «ha habido mucho contacto y nos han ayudado para hacer más visible nuestra protesta». Una paella será el colofón de este encuentro, previsto a partir de las 11 horas en el campamento frente a las instalaciones de Bosal en Sagunt.
