El Club Deportivo Ares vive una situación llena de contrastes, ya que compagina su «difícil situación económica» con «el mejor momento deportivo de nuestra historia». Con dos luchadores en los puestos altos del ránking nacional, Richard Gil el primero en grecorromana y Eugenia Bustabad la tercera en femenina, fuentes del club han reclamado «ayuda urgente» a sus «amigos y simpatizantes para conocer empresas o comercios que estén dispuestos a patrocinarnos».
Además de pedir ayuda, la entidad presidida por Toni Toledo acepta cualquier «idea para mejorar nuestra economía», que es tan pobre que mantiene en el aire todo el calendario nacional e internacional del Ares. Dentro de las fronteras españoles, el club necesita fondos para participar en la liga nacional de clubes, que «estamos en disposición de ganar por el grandísimo equipo que podemos presentar», así como en la liga ibérica en júnior y escolar.
Compromisos en Noruega, Austria, Italia o Francia también forman parte de la agenda del Ares, aunque a algunos de ellos ya ha tenido que renunciar. Pero el aspecto deportivo no es el único que está en juego, ya que el club porteño desarrolla un trabajo social por el cual «muchos de los componentes dependen del club para continuar su formación e inserción».
Juicios contra el ayuntamiento
Esta complicada situación se ve agravada por los problemas que mantiene el Ares con el Ayuntamiento de Sagunt, con el que tiene un juicio pendiente muy similar al que ya ganó el club por su negativa a devolver una parte de las subvenciones de 2010 y 2011, que el consistorio considera injustificadas. Desde la entidad especializada en las luchas olímpicas se añade que «esperamos que pronto se normalice la situación», que le lleva a estar tres años sin ayudas municipales.
Sobre esta cuestión y después de comprobar que el cambio de gobierno en Sagunt no ha provocado avances, fuentes del Ares indican que «lo mejor sería llegar a un acuerdo, pero si el ayuntamiento insiste en su estrategia, tenemos la documentación preparada para reclamar, también por la vía judicial, una indemnización por daños y perjuicios».
