La huelga indefinida puesta ayer en marcha por los trabajadores de Obeikan en Canet d'En Berenguer paralizó la planta, después de un seguimiento mayoritario, especialmente en el departamento de producción.
Desde las 5.30 horas, los piquetes informativos tomaron la entrada de la fábrica para reivindicar que se ponga freno a la creciente flexibilidad horaria que se exige a los empleados, tendencia que «ha hecho que la plantilla —compuesta por cerca de 120 personas— llegue a su límite», en palabras de la representante de CC OO, Amparo Aguilar.
Desde la empresa, por contra, su director general, Salvador Martínez, califica el paro de «ilegal», porque la bolsa de horas que se pretende aplicar para hacer frente al «repentino» aumento de la demanda durante los próximos tres meses «está contemplada en el convenio colectivo».
Además de apuntar que esta circunstancia hace innecesario un acuerdo con los sindicatos para poner en marcha la medida, el directivo de Obeikan asegura que «esta huelga es únicamente una muestra de fuerza del comité de empresa que ha arrastrado al resto de empleados. Además, daña la reputación de la empresa y los servicios que presta, además de a la gente que quiere trabajar».
Martínez señala sobre la medida que ha «colmado el vaso de la paciencia» de la plantilla», según CC OO, que «sólo pedimos un aumento de horas, que ni siquiera se acerca al máximo contemplado en el convenio y se compensará antes de final de año, pero el comité de empresa no ha querido ni negociar». Y es que, según Martínez, Obeikan ofreció en el acto de conciliación, que tuvo lugar esta semana en el tribunal de arbitraje laboral, que se redujeran las horas o que un órgano independiente determinara la legalidad de la medida, ambas «rechazadas por el comité de empresa sin aportar alternativas», señalan desde la dirección de la fábrica de envases para el sector hortofrutícola.
Además de recordar que «según el ordenamiento jurídico, promover y participar una huelga en contra de lo establecido en un convenio colectivo podría derivar en su ilegalidad», la empresa se reserva por el momento la opción de judicializar el asunto y tiene previsto ponerse en contacto con la patronal y los sindicatos «al más alto nivel» para que ratifique la validez del convenio que contempla la bolsa de horas.
Desde CC OO, mientras, se admite que este mecanismo está en el convenio, pero se pone en cuestión que una empresa «con el calendario de trabajo como el que ya tiene Obeikan» pueda aplicarlo. Aguilar añade que «cuando casi el 100 % de una plantilla — el 35 % según la empresa— que apenas ha planteado conflictos secunda la huelga, por algo será».
La representante sindical señala que los empleados «no se niegan a trabajar, pero quieren que su descanso no sea el sacrificado por este aumento en la carga de trabajo». Según este bando del conflicto, la solución pasa por aumentar la plantilla y no por incrementar la flexibilidad de horarios.
El plan para los próximos días, además de recibir visitas de los operarios de otras empresas de la comarca en problemas, es hablar con la inspección de trabajo y que los gerentes de Obeikan «se sienten a negociar», un deseo compartido por la firma, que apuesta «por el diálogo» para «reconducir esta lamentable situación».
Aumento de ventas con pérdidas
Este conflicto, en contra de otros que se han planteado en El Camp de Morvedre, no responde a una caída en la producción, más bien al contrario. Y es que la firma asentada en Canet ha aumentado su nivel de ventas un 12 y un 15 % en los dos últimos ejercicios, aunque se mantiene en pérdidas debido a la inversión en tecnología, ingeniería y marketing. «En año y medio esperamos encontrar el equilibrio y la rentabilidad, así que estamos en un momento clave», apunta Martínez.
