El pleno de Sagunt volvió a mostrar su unidad en torno a la situación que viven los trabajadores de Bosal, que desde principios de año mantienen su lucha contra los directivos de la multinacional y sus planes de cerrar la planta.

Esta unanimidad se tradujo en el apoyo a una nueva declaración institucional, en la que el ayuntamiento «y todos los concejales manifiestan su apoyo incondicional para que se doten nuevas partidas presupuestarias destinadas a la urgente reindustrialización del Camp de Morvedre y un plan social que posibilite la solución a la situación de los trabajadores de Bosal».

El acuerdo también contempla el traslado de esta exigencia al Ministerio de Industria, Energía y Turismo; al Congreso de los Diputados; al Senado; a la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo; así como a les Corts.

Entre los motivos para aprobar esta declaración se encuentran la «gradual» forma en la que El Camp de Morvedre «está sufriendo la desaparición de empresas vinculadas a la industria siderometalúrgica». En esta línea, el cierre comunicado por Bosal a sus 222 trabajadores se suma a las desaparecidas plantas de producción de Thyssenkrupp Galmed y Prosidmed, además de los problemas que atraviesa Tumesa, que «generan altas tasas de desocupación y el consiguiente impacto negativo sobre la economía del territorio y sobre el bienestar de sus ciudadanos», según recoge esta declaración institucional.

«Asistimos a un proceso acelerado de desindustrialización que es necesario revertir, porque este sector juega un papel fundamental en el desarrollo económico de los territorios. La evidencia nos demuestra que las economías con un tejido industrial importante aportan mayor estabilidad y factores de crecimiento económico», prosigue el documento.

La declaración también refleja que «desde hace mucho tiempo no hay un plan de actuación que tenga como objeto a nuestra ciudad y su área de influencia. Hay que introducir un marco temporal para establecer las necesidades de reindustrialización de la comarca y que entre en los Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat Valenciana de 2016, como también cuentan otros municipios y comarcas en procesos similares».

Para alcanzar este objetivo «es imprescindible una política industrial conjunta y coordinada, que permita la generación, consolidación y mantenimiento de una industria potente para impulsar un nuevo modelo de crecimiento, basado en la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Se tiene que dotar de presupuesto un Plan de Reindustrialización» con participación estatal y autonómica.