El Ayuntamiento de Canet d'En Berenguer revisará la gestión urbanística realizada en los últimos 20 años tal y como se acordó en la comisión de urbanismo celebrada ayer.
La medida llega seis meses después del arresto del secretario, José Antonio Sancho, quien ha sido «una parte muy importante» en todos los procesos urbanísticos que se han cerrado en Canet en las dos últimas décadas, comentaba el alcalde Leandro Benito. Sin embargo, éste matizaba que la auditoría nada tenía que ver con su detención, descartando que ésta haya motivado la misma. «Sabemos que la detención de Sancho nada tiene que ver con temas de urbanismo», aclaraba el alcalde.
La medida, que ya fue aprobado por unanimidad en el pleno del 10 de septiembre a petición de Joaquín Rambla (Agrupación Canet), incorpora novedades, puesto que no solo se auditará el suelo municipal arrendado, es decir, las concesiones urbanísticas, también los convenios urbanísticos suscritos e incluso los PAI, «tanto los que se han acabado como los que no; en definitiva queremos que se audite toda la evolución patrimonial de Canet desde 1998 hasta ahora», explicaba Benito. Así, se amplia el periodo de investigación que había propuesto el edil de Compromís, Ximo Pons, quien planteó solo los últimos diez años.
La auditoría se sacará a licitación, en la que no podrán participar aquellas empresas que hayan tenido intereses urbanísticos en Canet para «asegurarnos que el proceso es más aséptico y transparente», añadía el alcalde.
Pero con anterioridad a la relación del pliego de condiciones, el equipo de gobierno solicitará un estudio de viabilidad para conocer el costo de la auditoría. «Hacerla la vamos a hacer, pero tenemos que saber cuánto nos puede costar; si hay suficiente dinero en el presupuesto de 2015 para llevarla a cabo o si tendremos que realizarla a cargo del presupuesto de 2016. De un modo u otro, queremos que se inicie cuanto antes».
La finalidad de esta auditoría no es otra que «eludir responsabilidades de una gestión que no corresponde a este gobierno. No queremos que la gestión de otros pueda salpicarnos si se ha hecho algo mal», añadía Benito, quien insistía en la necesidad de despejar cualquier duda o sospecha sobre el desarrollo urbanístico de Canet» . Por otro lado, con ésta se pretende «resetear el urbanismo, dejarlo en punto muerto para comenzar de nuevo, y para ello hay que conocer la realidad del mismo», terminaba Benito.
