«Decidí cogerla sin esperar más y eso me permitió salvarle la vida. Soy policía y si uno tiene la profesión tan integrada como yo, actúa sin más; le salvé sin pensar que podíamos habernos caído las dos al vacío, pero eso es algo que sólo piensas luego al relajarte. En ese momento, no». Con esta claridad resumía la agente Inés Fernández Castet lo ocurrido aquel día en Sagunt, que le permitió impedir la muerte segura de una mujer que iba a precipitarse desde varios metros de altura.
Precisamente por ese servicio que en su día relató Levante-EMV, esta joven de 28 años recibió ayer la Cruz al mérito policial con distintivo blanco. Se trata del único reconocimiento de este tipo que daba este año la comisaría y uno de los pocos conseguidos por un agente que, como ella, apenas lleve 5 años en el cuerpo. «Es algo difícil de lograr cuando tienes tan pocos años de profesión, así que estoy muy contenta», decía poco después de recoger esa distinción de manos del inspector jefe Antonio Lombardo y de oir cómo éste reconocía públicamente que «hubiera puesto en peligro su integridad para salvar a una persona».
La agente admite que, tras aquel servicio, la mujer y su familia le demostraron un enorme agradecimiento que ella no olvida. «Luego resultó que nos conocíamos», decía esta joven de Zaragoza que ayer disfrutaba del reconocimiento con numerosos familiares.
Tras 5 años de andadura profesional en Sagunt, Fernández admitía que, cuando le comunicaron la distinción, la noticia le cogió por sorpresa. «Los agentes que estamos en la calle hacemos muchos actos meritorios dignos de medalla. Somos los más expuestos. Por eso creo que esto es un reconocimiento a todos», decía a este rotativo.
Al ser preguntada si espera lorar más reconocimientos en su carrera, tenía dudas. «Mientras sea por arriesgar mi vida y que salga todo bien, fenomenal, pero la verdad es que lo mejor es que no ocurran estas cosas», decía.
