Las banderas ondearon ayer a media asta en Sagunt y hoy volverán a hacerlo tras el trágico accidente de tráfico que acabó el pasado domingo en Barracas con las vidas de un vecino de 58 años, J.M.M., y una joven de 16, cuando el coche en el que viajaba el matrimonio, su hija y una amiga se salió de la vía.

Mientras la hija del fallecido seguía recuperándose ayer de las heridas sufridas en el siniestro en el Hospital de Castelló, con pronóstico reservado, numerosos vecinos del Port de Sagunt se volcaron ayer para mostrar su solidaridad y sus condolencias a la familia de la menor que había perdido la vida en el siniestro. Además de hacerlo de forma personal, muchos hicieron donaciones al llegarles la noticia «incorrecta» de que la familia necesitaba fondos para sufragar los gastos de su sepelio, «cuando en realidad eso no era así», como confirmó luego a Levante-EMV Mónica Caparrós, edil de Bienestar Social y allegada de los padres de la joven. Como apuntaba la edil, aún sorprendida y en parte molesta por lo ocurrido: «Varios amigos decidimos, de forma íntima, adelantar la parte del sepelio que no aportaba el seguro en un primer momento para así permitir que a la chica la incineraran un día antes y no prolongar el sufrimiento de sus padres. A ellos ni siquiera se lo dijimos para que no sufrieran más aún». Caparrós añadía: «En unas horas teníamos todo el dinero que hacía falta. Por eso, es inexacto lo que se difundió en redes sociales y así lo dije yo ya en Facebook a las 4 de la madrugada, aclarando que esa necesidad estaba cubierta, aunque luego me respondieron que la colecta era imparable y que se iba a seguir. Dinero para el sepelio había y el ayuntamiento, además, se hace cargo de ese tipo de gastos si las familias no los pueden asumir, pero no era el caso».

La respuesta al «inexacto» anuncio lanzado en redes sociales superó todas las expectativas e hizo que IES Eduardo Merello del Port de Sagunt, donde estudiaba la joven, habilitara una urna para recoger fondos, según explicaron fuentes del centro a este diario. En un principio, se buscaba básicamente la colaboración de los docentes, pero la difusión de la medida disparó las donaciones, por mucho que la propia edil de Servicios Sociales ya hubiera alertado en Facebook de que los costes del sepelio estaban cubiertos.

De nada sirvió que, antes de las 12 horas, se hubiera colocado un cartel en el centro diciendo también que esa cantidad esta asegurada. Las aportaciones siguieron llegando de alumnos, padres y vecinos e incluso un tanatorio se ofreció a acoger gratis el velatorio, en una posibilidad descartada por la familia de la joven, que prefirió incinerarla en la intimidad.Ante la avalancha, la dirección del centro decidió levantar acta a la 14 horas de los fondos recibidos, en presencia de la edil de Bienestar Social, que prometió hacerlos llegar a la familia «para gastos relacionados con el fallecimiento, pero no para el sepelio, que quede claro», decía. Entonces, se habían recaudado unos 6.700 ?, según pudo saber este diario. No obstante, hoy se prevé repetir el recuento, pues se tuvieron abiertas las donaciones hasta las 18 horas. Como añadía la edil de Bienestar Social: «La gente ha mostrado mucha solidaridad y buena voluntad, pero me sabe muy mal que alguien se haya podido sentir engañado o que se hable de los supuestos problemas económicos de la familia, cuando es algo privado. Ellos no sabían nada y, encima, esto también ha hecho preocuparse innecesariamente a la otra familia afectada».