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Una saguntina se moviliza para pedir soluciones a los parados de más 50 años

La mujer, que lleva un año sin empleo, inicia concentraciones diarias ante el consistorio para pedir medidas específicas hacia este colectivo

Una saguntina se moviliza para pedir soluciones a los parados de más 50 años

Una vecina de Sagunt de 56 años ha iniciado movilizaciones diarias frente al ayuntamiento reivindicando soluciones para los parados mayores de 50 años.

Sentada en un banco, con el carro de la compra vacío y con dos carteles que indican «Los parados de 50 años también somos personas» y «Quiero trabajar y no encuentro trabajo», Kivi Osma pretende denunciar la situación por la que atraviesa este colectivo a los que considera «los más olvidados», recordando que «respiramos, comemos y pagamos impuestos como el resto», explica.

Con una discapacidad del 35%, revela que fue solicitante del plan de empleo municipal y «estoy apuntada en todos los sitios, pero nunca me llaman» aseguraba ayer a Levante-EMV, durante la segunda jornada que pasaba unos 90 minutos sentada ante el consistorio y con pequeños carteles de denuncia, lamentando la falta de soluciones a la situación que como ella padecen otras personas.

Con su ejemplo, invita a la movilización a las personas que se encuentren en su misma situación pues considera que sentados no se consigue nada, ni tampoco esperando las elecciones para ver si un cambio de gobierno mejora la coyuntura y resuelva el problema. Esta vecina invita a «moverse, a hablar y hacer entender que todo se puede arreglar simplemente con que se creen puestos de trabajo; hacer entender a los políticos que convenzan a los grandes empresarios para que suelten la pasta y la inviertan en proyectos, da igual de lo que sea, pero que se creen puestos de trabajo y que ésta no se quede inmovilizada en sus grandes cajas fuertes y en bancos que no son españoles», decía animando a quienes estén en esas circunstancias que la acompañen todas las mañanas en su acción.

Kivi Osma asegura que no hace esta movilización solo por ella, «sino por la gente que está igual que to y no se atreve a hablar».

Además, dejaba claro que no pide «ayudas sociales, no me gusta que me regalen nada, me gusta ganármelo a mí; simplemente pido un trabajo para poder seguir pagando los impuestos, comer; en definitiva, vivir la vida que me ha tocado como una simple y vulgar ciudadana del mundo», explicaba.

Ningún interés de los ediles

Su movilización ha encontrado respuestas de todo tipo, desde vecinos que se han sentado con ella para escucharle y apoyarle en su reivindicación hasta los que le han tachado de querer llamar la atención con un minuto de gloria tal y como ella contaba a este rotativo. También avanzaba que por el momento, ningún concejal se ha acercado para preocuparse por su situación.

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