La puesta en marcha del Museo Industrial de Port de Sagunt requiere al menos 500.000 euros, una inversión que por ahora nadie asegura.
Según explicaba a Levante-EMV el edil de Patrimonio, Pablo Abelleira (ADN Morvedre), el proyecto de musealización debía correr a cargo de la Fundación de Patrimonio Industrial de Port de Sagunt, un extremo inviable en la actualidad dada la situación por la que atraviesa la entidad, que arrastra una deuda de más de 60.000 euros a lo que se suma la salida de patronos, que han reducido su presupuesto en más de un 30 % en los últimos dos años.
El gerente de la Fundación, Juan Vicente Beltrán, ratificaba la coyuntura y aseguraba que este patronato industrial no están en disposición de asumir este proyecto si no se le inyecta presupuesto. «¿Con qué dinero se va a realizar si ahora mismo no hay?», se preguntaba irónicamente.
La cifra del coste de musealización la ponía encima de la mesa el propio Beltrán, quien matizaba que para arrancar serían necesarios cerca de 200.000 euros. Este presupuesto se destinaría principalmente a gastos de mantenimiento, seguridad y personal que requiera la puesta en marcha de este museo. «Esta cifra no es ningún disparate y solo contempla el primer año de funcionamiento», comentaba el gerente de la Fundación.
Beltrán añadía que se necesitará más inversión para asegurar la continuidad del museo, «no se puede tener abierto solo un año», justificando así el costo de los 500.000 euros con los que dice que se asegurarían los 24 primeros meses de su puesta en marcha.
A los gastos expuestos anteriormente, sumaba otros, como «la inversión que habrá que hacer en las exposiciones que se vayan trayendo», ya que el proyecto de museo contará, según Beltrán, con muestras permanentes y otras itinerantes que habrá que costear. También expone la necesidad de tener que adecuar algunas de las piezas que se tenía pensado mostrar en una de sus salas, como es el caso de dos máquinas locomotoras que pese a estar reparadas «necesitan algunos retoques», afirmaba Beltrán.
Una de estas locomotoras era conocida como el Trenillo de Pasajeros, mientras la otra, se utilizaba para maniobras internas.
Además de estas dos máquinas, también se pensaba exponer una cuchara, que exige de una limpieza. «Aunque las piezas están a buen recaudo, unas en ArcelorMittal y otras en la Nave de Talleres, el paso del tiempo ha ido deteriorándolas y algunas hay que limpiarlas y otras barnizarlas; en definitiva, dotarlas de un estado óptimo para poder mostrarlas en el museo».
Por otro lado, el gerente de la entidad señalaba que esta primera inversión de 500.000 euros se quedaría corta si definitivamente se decide incorporar al proyecto de musealización la instalación de unas vías en la zona, que permitieran simular el recorrido de la máquina que transportaba el mineral hasta Port de Sagunt. «Ya se contactó en su momento con un particular que disponía de esta locomotora, sólo quedaría instalar las vías«, terminaba Beltrán.
