El Ayuntamiento de Sagunt insitió ayer a los responsables de Acuamed que quiere distribuir el agua de la nueva desalinizadora, pero sin la obligación de asumir el coste inicial o el mantenimiento de las instalaciones. Además, defendió que la planta sirva para suministrar al área metropolitana de Valencia, de forma que los costes puedan ser divididos.

Así se lo planteó el alcalde, Quico Fernández, en una reunión con Pablo Martín, gerente de Acuamed, y María José Tejedor, jefa de obra. El alcalde ha indicado: «Cuando se proyectó la desaladora se hizo desde la convicción de que habría una demanda de agua que no podíamos afrontar. No teníamos suficientes recursos hídricos para abastecer el crecimiento, sobre todo industrial, de Parc Sagunt, que suponía, ni más ni menos, entre seis y nueve millones de metros cuadrados. Por tanto, hacía falta solucionarlo con un recurso extra. En ese momento, que era una época de sequía, el ministerio estaba planteando la construcción de desaladoras, que de hecho se han llevado a cabo en Torrevieja, en Moncofa, en Oropesa y en Sagunto. La realidad es que ese crecimiento industrial no se ha dado y tampoco se han instalado las empresas que deberían haberlo hecho. Por tanto, la desaladora hoy en día no es un recurso imprescindible. El convenio —aprobado en 2006—, indicaba que el Ayuntamiento de Sagunto se haría cargo de amortizar el coste y del mantenimiento. Ya hemos planteado en diversas ocasiones que no se puede asumir la desaladora», ha señalado Fernàndez.

El alcalde de Sagunt consideró el encuentro «interesante» porque «desde el Ministerio y Acuamed son conscientes de que, como las condiciones han cambiado, el ayuntamiento no puede asumir ese coste. Hemos planteado un nuevo convenio para que el consistorio pueda distribuir agua, pero sin la obligación de asumir ni el coste inicial ni el mantenimiento. Sobre todo, y en eso estamos trabajando, intentaremos que la desaladora no sea para el suministro exclusivo de nuestro consorcio sino también para el área metropolitana de Valencia, de forma que los costes puedan ser distribuidos. Se trata, por tanto, de una primera reunión que podríamos considerar positiva si finalmente llegamos a ese acuerdo».