El centro de visitantes del Castillo de Sagunt acaparó la gran mayoría del debate del pleno, al menos en su primera parte, que superó los 10 puntos iniciales del orden del día en menos de dos minutos. La unanimidad e incluso el ambiente distendido que presidía la sesión se dejó atrás con la propuesta del PP para aprovechar los 200.000 euros disponibles del último plan de empleo municipal para dejar lista la apertura de este edificio, acabado desde 2010 tras una aportación estatal superior a los 1,1 millones de euros.
La moción, que reclamaba la licitación del proyecto encargado el pasado año para abrir el centro de recepción en menos de 6 meses, sólo encontró el apoyo popular, así que se rechazó con los votos en contra del tripartito. Los argumentos empleados por el concejal de Patrimonio, Pablo Abelleira, para justificar esta postura se centraron en el proyecto, que tildó de «absurdo» y «barbaridad».
El edil de ADN Morvedre, que desveló el coste de más de 10.000 euros de este proyecto, aseguró que «a la electrificación sólo dedica 54.000 euros, ya que el resto es para reformar la cubierta, porque parece que ya hay filtraciones; reponer las rampas y las barandillas o adecuar los caminos de acceso». Y es que, según el concejal, «cinco años después, el edificio casi está en ruina».
Abelleira también cuestionó que la administración pequeña deba subvencionar a la mayor, en referencia a la competencia sobre este asunto que tiene la Generalitat, y censuró el convenio propuesto por el anterior gobierno local con el Consell para invertir los 200.000 euros: «Las contraprestaciones para el ayuntamiento son mínimas y parece más bien un alquiler del centro de visitantes de 50.000 euros al año».
Por su parte, el portavoz del PP y exalcalde, Sergio Muniesa, recordó que el consistorio «lleva años» pidiendo a la Generalitat que ejecute estas obras y «la respuesta siempre ha sido, supongo que igual que ahora, que hay buena voluntad, pero sin plazos concretos. En agosto el tripartito desestimó el proyecto aprobado porque la competencia es de la Generalitat, con la esperanza de encontrar una partida en los presupuestos de 2016. Sin embargo, esa aportación no existe, así que ha llegado el momento, otra vez, de hacerlo desde el ayuntamiento con los matices que quieran».
Esta última referencia respondió a las palabras de Miguel Chover (PSPV), que censuró los 20 años de abandono del patrimonio de Sagunt por parte de la Generalitat, reivindicó la inversión del centro de visitantes como iniciativa socialista y reiteró que es la Generalitat la que debe invertir en su electrificación. El edil aceptó llevar adelante la obra para reclamar después el reembolso a las arcas autonómicas. Chover también reclamó un pacto entre las tres administraciones para impulsar el patrimonio y recordó que el problema con el centro de recepción del Castillo es que los técnicos del Consell no tuvieron en cuenta la electrificación en su proyecto de ejecución.
Placas fotovoltaicas
Cuando los turnos se habían agotado y llegaba el momento de la votación, el alcalde, Quico Fernández, no se resistió a tomar la palabra, ante las quejas de Muniesa, que llegó a recibir dos llamadas al orden. El nacionalista se refirió a las placas fotovoltaicas que se habían proyectado para llevar la luz hasta el edificio, cuando «no están permitidas en el ámbito de Ciutat Vella, así que el ayuntamiento es el que deniega la licencia para ejecutar esa obra».
Abelleira añadió sobre esta cuestión que «parece que el objetivo era tener listas las obras con rapidez por cuestiones electorales, ya que el propio proyecto asegura que la falta de tiempo para ejecutarlo era la razón para instalar las placas fotovoltaicas».
Sin embargo, el popular Muniesa justificó esta premura en su inclusión en el plan de empleo que debe liquidarse antes de final de cada año, al tiempo en que aseguró que el proyecto está avalado por los técnicos tanto autonómicos como municipales.
