Decenas de personas salieron ayer a las calles del Port de Sagunt para condenar una vez más la violencia machista que sigue cobrándose muertes. En una marcha encabezada por máscaras y llena de simbolismos, asociaciones de mujeres, otras entidades, vecinos y autoridades locales repudiaron esta lacra.

El Día Internacional para la eliminación de la Violencia de Género se vivió desde el mediodía en la ciudad, cuando se guardó un minuto de silencio en la puerta del Ayuntamiento de Sagunt y la de la Tenencia de Alcaldía del Port.

En el acto presidido por el alcalde, Quico Fernández, la concejala del área de Igualdad, Remei Torrent, leyó la declaración institucional contra esta lacra que —frente a lo ocurrido otros años— había sido aprobada ayer por unanimidad en el pleno; algo que también hizo en el Port la concejala de servicios Sociales, Mónica Caparrós, en unas concentraciones que también reunieron a representantes de los grupos políticos, ciudadanos y miembros de entidades y asociaciones.

La declaración institucional recordó que la violencia machista es la «primera causa de muerte prematura entre las mujeres» y que a día de hoy son 48 las asesinadas. «Es necesario que las instituciones manifestemos nuestro rechazo a la violencia de género y que nuestras declaraciones no sean tan solo declaraciones de intenciones», proseguía además de destacar que, «según la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, más de un 22% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido situaciones de violencia».

También se consideró «muy preocupante» y se reivindicó «los valores coeducadores no sexistas reconocidos desde todos los ámbitos legislativos, así como las competencias municipales en materia de igualdad, prevención y ayuda contra la Violencia de Género». En este sentido se fue rotundo: «Exigimos los recursos necesarios para continuar con la política de igualdad tan necesaria en cuestiones de violencia de género».

En uno de los consistorios de la provincia que más años lleva trabajando en el área de la Dona, también se destacaba que «en el ayuntamiento trabajamos para conseguir una sociedad libre de todo tipo de violencia» y se consideraba que la machista «es un problema de Estado». Por eso, aseguraban que «como ayuntamiento, nos vamos a implicar de forma responsable en la lucha contra esta barbarie».