Oscurantismo, falta de respeto, prepotencia, deslealtad, irresponsabilidad o comportamiento infantil. Estas son algunas de las acusaciones cruzadas entre el gobierno y la oposición en Sagunt, después de que esta última se uniera para suspender la comisión convocada para tratar el borrador de los presupuestos para el próximo año.
Si desde el tripartito se lamenta que el resto de grupos «no considere urgente este tema», el portavoz del PP, Sergio Muniesa, censura que «nos convocan a una comisión de Hacienda sin disponer de la documentación, lo que demuestra el poco interés en nuestra opinión. Se les llena la boca de consenso y transparencia —añade el exalcalde— pero los hechos delatan todo lo contrario». Estas formas en un asunto como los presupuestos «ha sido la gota que ha colmado el vaso», así que «toda la oposición nos plantamos».
Desde el tripartito, mientras, se ha denunciado el «bloqueo» de la comisión, que demuestra «el absoluto desinterés» de la oposición por «las necesidades de este ayuntamiento», en palabras del concejal de Personal, Sergio Moreno. Su compañero en el gobierno local, Pepe Gil, añade que «este tipo de comisiones, en el que se entrega la documentación, se realiza con absoluta normalidad desde hace años, pero esta es la primera vez que se impide la celebración».
Fuentes municipales informan que la convocatoria se ha repetido para el lunes a las 8 horas con el objetivo de entregar la documentación, que ayer se negó a la oposición tras rechazar la urgencia de la comisión y obligar a suspenderla. Las críticas desde el tripartito se dirigen fundamentalmente a PP y C's que «no tienen ganas de trabajar o pretenden torpedear unos presupuestos que acaban con seis años de retraso. Parecen más interesados —asegura la concejala de Hacienda, Teresa Garcia— en no apoyar las cuentas más sociales desde hace años», actitud que «no nos extraña en el caso del PP», aunque C's «ha perdido una oportunidad de demostrar políticas proactivas. Apelamos a la responsabilidad de las fuerzas que no comparten los valores de la desigualdad y la exclusión para llevar adelante estas cuentas tan necesarias».
Desde IP, mientras, su representante en la comisión de Hacienda, Juan Guillén, ha censurado que las cuentas se presentaran antes a los medios de comunicación que a la oposición, que «no tenemos ni un borrador».
Del anteproyecto y según los datos transmitidos a la prensa por el tripartito, Guillén señala que «se ha engrosado el gasto de personal, mediante la incorporación de más funcionarios, lo que nos parece muy mal puesto que ni siquiera se ha elaborado un catálogo de puestos de trabajo». Pero lo más grave en este capítulo es «la enorme subida que se produce con el número de liberados y asesores en el equipo de gobierno, que supone un gasto anual cercano a los 800.000 euros».
Dudas sobre el incremento social
Guillén también pone en duda el anunciado incremento en el gasto social, un aspecto en el que también ha incidido Muniesa al tildar la propuesta presupuestaria de «la menos participativa y menos social», al descartar un plan de empleo «que llega a los menos desfavorecidos».
