Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Escuelas deportivas

El balonmano domina en los colegios del Port de Sagunt

El baloncesto se mantiene como el deporte más practicado en las escuelas de Sagunt, pero el balonmano reina en el Port

El balonmano domina en los colegios del Port de Sagunt

Muy pocos se libran del fútbol como deporte rey y Sagunt no es una excepción, aunque si ofrece una significativa resistencia con especialidades como las gimnasias, las luchas olímpicas, el baloncesto o el balonmano. En el caso de estos dos últimos, las escuelas municipales suponen un buen punto de comparación para medir la atracción que genera cada uno entre los nuevos deportistas, que en toda la ciudad suele ser favorable al baloncesto, pero en el Port se decanta hacia el balonmano.

Un equipo en la máxima categoría nacional es un factor determinante, pero también lo es la organización que se ofrece desde el Fertiberia BM Puerto, a cuyos mandos se encuentra Carlos Núñez por tercera temporada consecutiva, en la que el balonmano roza los 225 practicantes en los centros de primaria, que se dividen en 18 equipos entre alevines, benjamines, chicos y chicas.

«Nuestro objetivo es llegar a todos los colegios y este curso hemos hecho un grupo nuevo en Joaquín Rodrigo. En Sagunto está más complicado, porque el baloncesto lo copa todo, aunque nosotros seguimos haciendo visitas y la próxima temporada queremos montar equipo en Cronista Chabret y Villar Palasí», apunta Núñez.

Pese a que este año se ha producido un pequeño retroceso en el número de alumnos de las escuelas municipales de balonmano, su coordinador destaca que «desde que llegué ha habido un gran aumento, especialmente en las chicas, que entre las nacidas en 2009 han equilibrado la cantidad de chicos, que habitualmente es superior».

Otra novedad durante el presente curso es el desarrollo de la liga escolar, que se ha concentrado para cada categoría en un colegio donde los equipos se juntan los viernes. Además de tener un mayor control sobre los alumnos, este formato responde a la obligación legal a la que ha tenido que someterse la escuela mediante la contratación de sus monitores, un total de 16 en el caso del balonmano. Con una sede común, la coordinación entre estos entrenadores es más fácil, ya que ellos hacen también las labores de árbitros en los partidos.

Pero además de la competición, la escuela de balonmano reserva espacios para la convivencia, como el torneo de Navidad celebrado la semana pasada, que acabó con la ya celebre comida sin papis que reunió a 260 comensales.

Compartir el artículo

stats