La contratación en El Camp de Morvedre durante 2015 resultó, en término absolutos, la mejor de los últimos años al firmarse casi 28.000 contratos laborales. Esta cifra supone un 20,1 % más que el anterior ejercicio, cuando se registraron cerca de 23.160, y supone casi 8.800 más que en 2012, que es cuando la contratación en la comarca cayó a los niveles más bajos desde 2010.
La tendencia alcista, que se traduce en el tercer ejercicio consecutivo con incremento en el número de contratos, se confirmó en diciembre, cuando se establecieron 2.230 nuevas relaciones laborales, 400 más que el último mes de 2014. La nota negativa de este balance es la temporalidad, ya que apenas un 6,5 % de los contratos sellados durante este periodo fueron de carácter indefinido, según los datos del Servei Valencià d'Ocupació i Formació (Servef).
En el último diciembre, la mayoría de la contratación, dos de cada tres, se centró en cubrir puestos de trabajo en el sector servicios, seguido por la industria, con un 21,7 %, la agricultura, que se quedó en un 8 %, y la construcción, que apenas alcanzó el 2,7 %.
Otra de las variables que ofrecen las estadísticas del Servef tiene que ver con el tipo de jornada de cada contrato, que en el caso de la comarca durante el pasado diciembre, se repartió entre los 1.454 a tiempo completo, es decir, algo más de un 65 %, mientras que el restante 35 % de la contratación, con un total de 776, fue para cubrir una jornada parcial.
En ese último mes de 2015, los hombres encontraron más trabajos que las mujeres, con casi el 63 % de los contratos para los primeros; también casi dos de cada tres contrataciones se realizaron a personas entre 25 y 44 años; mientras que la mano de obra extranjera supuso un 11,6 % de los contratos firmados en El Camp de Morvedre.
Una última variable de este balance se refiere a los grupos de ocupación, entre los que las «elementales» fueron las más demandadas con casi el 60 %, seguidas de los trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados, con el 17,6 %, así como de los oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas y de otros oficios. Por contra, los contratos a profesionales científicos e intelectuales se limitaron a tres y ninguno a directores o gerentes.
