El Sindicato de Riego de Sagunt ha instalado a lo largo de este mes cerca de 700 contadores de agua. El objetivo principal de la actuación es reponer los robados durante todo 2015 y el último trimestre del 2014, lo que supone más de un 80 % de los repuestos. Y es que, tal y como informa el presidente de esta comunidad de regantes de Sagunt, José Peris, el número de robos de estas bocas de riego supera la cifra de 550 en todo el término municipal durante este periodo.
La mayoría de contadores instalados es de 25 milímetros, de los que se colocaron 350, puesto que son los más abundantes y los que más hurtos sufrieron. A estos daños se suman dos nuevos motores de riego que fueron sustraídos hace unos meses: el de Figueroles y el del Blat, los únicos contabilizados dentro del pasado año por el sindicato.
La inversión que ha tenido que realizar la entidad por estos contadores asciende a poco más de 30.000 euros, ya que la mayor parte de ellos ha corrido a cargo de los seguros. El desembolso ha sido mayor en el caso de los motores; 28.000 euros el primero y unos 15.000 para el segundo. En total, los robos y desperfectos causados han provocado un gasto de 73.000 euros
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) en Sagunt, Francisco Campillo tilda de «alarmante» la cifra de robos, aunque asegura que ya era conocedor. Ante esta situación, vuelve a solicitar «más medios en el campo. Nos parece que tanto la Guardería Rural como el equipo Roca de la Guardia Civil están haciendo un gran trabajo, pero el número de efectivos sigue siendo insuficiente para dar cobertura a un término que tiene 900 kilómetros de caminos rurales», apunta Campillo.
A esto añade las características de la actuación de «bandas organizadas, que lo tienen todo perfectamente estudiado y que, si un día roban en su sitio, saben que se intensifica allí la vigilancia y se van a actuar a la otra punta del término. Si no, lo hacen en la localidad vecina y con los pocos medios de los que disponemos esto es muy difícil de solucionar». El presidente de AVA revela que ha habido fines de semana en los que se han padecido cien robos de contadores y que en un día se contabilizaron 40 hurtos.
Campillo también se refiere a las consecuencias económicas que estos hechos generan en los agricultores. El presidente de AVA se quejaba, primero, de los altos precios de los seguros y, en segundo lugar, de la negativa de algunos a seguir prestando el servicio tras haber pagado un primer siniestro a su cliente. Además, añade los daños que estos hurtos generan, «aunque los pague el seguro, muchas veces te llegan a cortar la tubería y esto implica tener que dejar de regar por unos días hasta que vengan a arreglarte el daño. Ahora no pasaría nada, pero una semana sin regar en momentos de calor, podría afectar a la cosecha».
Alarmas y más penas
Para evitar toda esta situación, muchos agricultores han tenido que colocar alarmas en sus propiedades y algunos incluso inhibidores después de comprobar que la alarma no servía para nada, afirma Campillo. Además de pedir más efectivos y medios, también reivindican desde AVA que se endurezcan las penas contra los ladrones, que «hoy entran por una puerta del juzgado para salir por otra», termina el portavoz de los agricultores.
