Las altas temperaturas que han acompañado hasta esta semana a la época invernal están generando importantes cambios en los hábitos de pesca. Tanto es así que responsables de la Cofradía Virgen del Carmen de Port de Sagunt aseguran que las capturas descendieron el pasado año un 15 % respecto a 2014.
Dentro de este retroceso, el dato más llamativo es la ausencia de doradas: «Los barcos de arrastre no hemos traído ni una, cuando el año pasado llegaban barcas con 2.000 y 3.000 kilos que obligaban a tener que utilizar maquinaria para bajar la mercancía», explicaba el presidente de la entidad, Pepe Montagut.
La pesca en 2016 tampoco ha empezado con buen pie, ya que la «ausencia de temporales aleja al pescado grande como el dentón o el dalgo real, que brillan por su ausencia. A estos peces, los pillas normalmente cuando hay marejada y han habido pocas este año por no decir ninguna». A este respecto añadía que «el Mediterráneo parece un lago en lugar de un mar», lo que entorpece la captura de algunas especies, explicaban desde la cofradía.
La alteración de estaciones ha afectado a la pesca: «Cada época requiere un clima y este año estamos teniendo un otoño prolongado con ausencia de frío» y esto evita la presencia de determinadas especies, afirmaban los pescadores. Ligado también a la climatología, los pescadores señalan como posible causa del descenso de capturas la situación del fondo marino. «La falta de tormentas provoca que la suciedad se acumule en el fondo y, si no se renueva, la porquería crece y el agua no se depura. Este proceso natural, que no se ha producido, afecta a la pesca. Cuando hay tormentas y el fondo marino se renueva, sale más pescado y las capturas están aseguradas. A aguas revueltas, más pesado».
Precios estables
Además, la entidad se queja de los efectos de la pesca deportiva: «Hace daño al sector. La salida de 50 ó 60 barcas todos los domingos supone bastantes kilos de pescado que nosotros dejamos de capturar». En cuanto a los precios, desde la Cofradía Virgen del Carmen aseguran que se mantienen, así que «tampoco 2015 fue un año de ganancias».
Pese a esta situación, la cofradía «se mantiene. No estamos como nos gustaría, pero podemos seguir comiendo del mar y salvando temporada tras temporada con mucho esfuerzo». De hecho, la entidad ha ampliado su flota este año con una nueva barca de arrastre, a la que se suman otras dos y ocho barcos que se dedican a artes menores, una pesca más selectiva.
