El alcalde de Torres Torres convocó ayer un pleno extraordinario para anunciar a la corporación el encargo de una auditoría económica para conocer la situación real de las arcas municipales. Con esta medida, el socialista Rafa Gil cumple uno de los acuerdos al que se llegó cuando Compromís todavía formaba parte del gobierno de Torres Torres. «Así lo habíamos acordado y quiero cumplirlo», aseguraba.
El alcalde reconocía que los promotores de la idea de llevar a cabo esta inspección económica fueron los nacionalistas, pero ayer dejó claro en el pleno que es «el alcalde el que ha tomado la decisión de ponerla en marcha». Sin embargo, mientras la edil de Compromís, Consuelo García, no escondía que el motivo que llevó a su grupo a plantearla fue «la falta de claridad en las cuentas de la pasada legislatura», el alcalde no ha querido entrar en este asunto e insiste en que se limita a cumplir un acuerdo.
Como ya adelantó Levante-EMV, desde Compromís se denunciaba «la fata de justificación de las dietas« y otros gastos de protocolo durante los pasados cuatro años de gobierno del PP. Frente a esto, los populares también sacaron a colación en el último pleno ordinario de enero, tiques de cenas de miembros del equipo de gobierno, entre las que no estaban las dos ediles de Compromís, por valor de 560 euros, de los que pidieron explicaciones; un asunto sobre el que tampoco la oposición ha querido entrar, declinando hacer alguna valoración al respecto.
La portavoz de Compromís aseguraba no tener conocimiento de estos hechos y dejaba claro que «nosotros ni hemos comido en ningún sitio ni tan siquiera hemos pasado el kilometraje».
El alcalde tampoco ha querido pronunciarse sobre este asunto, pero sí que ha dejado claro que «yo me ofrezco a que nos auditen. La inspección también investigará los ocho meses que llevamos en el gobierno; nosotros no nos escondemos de nada, queremos las cosas claras como todos». Gil ha anunciado que se contratará a una empresa externa desvinculada totalmente con el ayuntamiento para hacer la auditoría.
Por otro lado, ayer el pleno aprobó por unanimidad la instalación de un lector de huella digital como sistema de control en el consistorio, que hasta el momento no existía.
