El alcalde de Sagunt, Quico Fernández, lanzó ayer un nuevo mensaje a los socialistas en un último intento por aprobar el presupuesto de este año. Entre las novedades de esta propuesta se encuentra la eliminación de «cualquier tipo de condición» por parte del tripartito o la ampliación «en siete u ocho días» del plazo para alcanzar un acuerdo, después de que la concejala de Hacienda, Teresa Garcia, pusiera este mes de febrero como límite.

El nacionalista admite que «nuestras declaraciones no han sido bien interpretadas en muchas ocasiones porque no pretendíamos, ni mucho menos, ofender a nadie», en referencia al intento de Compromís de negociar con el PSPV al margen de su portavoz, Francisco Crispín. «Superando esta etapa de desencuentros —añade Fernández— esperamos por fin encontrar unos interlocutores que entiendan que es necesario aprobar un presupuesto por encima de las diferencias políticas e incluso personales».

Aportaciones

Además de destacar las intenciones de la nueva ejecutiva socialista de querer aprobar unos presupuestos, el alcalde asegura que «nosotros, por supuesto, estamos abiertos a que el PSPV haga las aportaciones necesarias o que considere oportunas y respetarlas de manera que en un plazo de siete u ocho días podamos celebrar un pleno extraordinario que recoja las modificaciones para su aprobación».

Pese a que Garcia reconocía también que el grueso de gastos e ingresos del nuevo presupuesto y la prorroga de 2009 con las modificaciones apenas difiere en un millón de euros, Fernández apunta que «cada día que pasa, las repercusiones negativas de no tener las cuentas aprobadas son peores, porque afecta a colectivos y sectores sociales muy sensibles. Por tanto, vamos a intentar apurar al máximo las posibilidades de aprobarlos». El alcalde afirma que es momento de que todos los grupos reflexionen y analicen su responsabilidad, porque «tal y como está de bloqueado el presupuesto, nadie puede hacer una valoración positiva, ni nosotros como gobierno ni la oposición».

Cabe recordar que las cuentas han sido rechazadas dos veces por pleno y hoy vuelven a estar en el orden del día pese a no estar garantizada su aprobación.