El reconocido florista saguntino Kike León está dispuesto a ayudar «en lo que pueda» a que Sagunt sea una ciudad Patrimonio de la Humanidad, tal y como pretende lograr el consistorio. «Sagunto se lo merece y desde hace tiempo. Somos muchos los que hemos luchado mucho por el casco antiguo, así que es una idea muy positiva, que estoy dispuesto a apoyar al ayuntamiento», decía un enamorado de la Ciutat Vella que, en su día además, apostó claramente por él para su propio negocio; de hecho, rehabilitó con acierto las caballerizas del antiguo palacio de los Duques de Gaeta para instalar allí su taller de floristería, en un local que luego se transformó en restaurante, tal y como ocurre ahora.
