El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Sagunt ha exigido al tripartito que todo el superávit de 2015, que ronda los 6 millones de euros, se destine a un nuevo plan de empleo, que será el cuarto desde 2013. Además de mostrar su «alegría» por la rectificación del gobierno local, que descartó en un principio recurrir nuevamente a esta fórmula para paliar los efectos del paro, el portavoz popular, Sergio Muniesa, reclama que en esta ocasión «se consensúen las inversiones y los destinatarios del plan con la oposición, así como con los agentes económicos, sociales y vecinales».

Lamentan los populares que el tripartito haya convertido en costumbre no hacer partícipe al resto de grupos municipales de asuntos de importancia, en referencia a la liquidación de 2015, de la que «informó antes a la prensa que a la comisión de Hacienda, como ya ocurrió con el presupuesto».

Muniesa reivindica que, tras las intenciones declaradas del gobierno municipal, el grupo popular «pusimos de manifiesto la necesidad de desarrollar otro plan de empleo mediante una llamada a la responsabilidad de cara a las familias que peor lo están pasando en nuestra ciudad, que así podrán trabajar para favorecer su situación y reactivar el tejido productivo a través del trabajo indirecto».

En esta línea, el exalcalde exige que la nueva convocatoria «recupere la inyección en empresas, comercios, emprendedores, nuevas tecnologías o rehabilitación de viviendas, y que con ellos se hagan inversiones sostenibles con el empleo directo contratado por el ayuntamiento».

20 millones desde 2012

El resultado de la liquidación del pasado ejercicio también ha servido a los populares de Sagunt para reivindicar su gestión económica al frente del consistorio, que desde 2012 a 2015, este último año compartido con el tripartito, ha acumulado un superávit cercano a los 20 millones de euros.

Esta evolución contrasta, según los populares, con la intención del tripartito de «romper con la máxima de no gastar más de lo que se ingresa, como se empecinó sin éxito con el borrador de presupuesto de 2016, donde los gastos se incrementaban de forma desmedida. Esto abocaría al ayuntamiento al déficit y a los ciudadanos y empresas a pagar más impuestos».

Para el portavoz municipal del PP «resulta curioso que se nos acuse hoy a la oposición de falta de colaboración siendo una burla a quienes durante ocho años exigimos responsabilidad y siempre recibimos la negativa de su parte, pese a presentar presupuestos que las liquidaciones posteriores han avalado. No sólo no aprobaron ninguna previsión de cuentas si no que se negaron a debatirlos retirándolos del pleno, en una clara muestra de freno a la labor de gobierno del Partido Popular».