Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se prenden más de 7 hectáreas en el centro del marjal

La Conselleria de Medio Ambiente ha reanudado las quemas controladas en un humedal protegido de Sagunt, concretamente, en el marjal dels Moros. El objetivo es acabar con el carrizo, una planta con una importante capacidad colonizadora que en la mayoría de ocasiones supone un verdadero problema para la acogida de las aves en temporada de nidificación, como la que, según sus expertos, comienza en unos días, si bien algunos habituales del paraje aseguraban a Levante-EMV que en las últimas semanas ya se habían empezado a ver parejas en la zona.

Este recurso al fuego, que lleva utilizándose en los últimos tres años, supone una alternativa a los usos tradicionales de control de vegetación en estas zonas húmedas, como el segar a mano o el uso de la ganadería, que aunque se consideran más recomendables, resultan más costosos, lo que ha llevado a la administración autonómica a descartarlos dados los escasos recursos económicos de los que disponía en gestión ambiental, tal y como reconocen fuentes de la conselleria consultadas por este diario.

Pese a considerar que el uso del fuego como herramienta de control «no supone ningún efecto negativo» sobre la avifauna del marjal «si se realiza antes del periodo de nidificación», los ecologistas de la comarca no son muy partidarios del método y prefieren apostar por otros. El portavoz de Acció Ecologista Agró en El Camp de Morvedre, Enric Amer, hablaba de los riesgos que el uso del fuego entraña. «Aunque todo esté muy controlado, con la presencia de brigadas, como es el caso, las quemas siempre son un peligro por su difícil manejo». Además, el colectivo considera que la quema sólo controla el carrizal de forma temporal y provoca que la planta se reproduzca con más facilidad y más fuerza.

Los ecologistas apuestan por los métodos más tradicionales de control, como «la columna de agua, que impide que el carrizo avance»; la siega mecánica para los bordes y acequias y la siega flotante, con maquinaria específica, para las zonas más inundadas, de manera que se proteja el fondo y la vegetación subacuática que es la que oxigena el agua. Por contra, coinciden con la conselleria en que la quema aporta beneficios al ecosistema ya que el residuo de la ceniza al mezclarse con el agua adquiere un gran valor alimenticio.

Compartir el artículo

stats