Un informe jurídico de la Conselleria de Cultura. De eso está pendiente el Ayuntamiento de Sagunt y la Fundación de Patrimonio Industrial para poder reabrir a las visitas al Horno Alto número 2, que volvió a cerrar a principios de mes después de que expirara la prórroga del seguro de responsabilidad civil.
Mientras la entidad propietaria del monumento arrastra tal deuda que hace inviable el pago de los cerca de 800 euros que cuesta esta póliza, el ayuntamiento planteó la posibilidad de que se incluyera en su propio seguro como medida, al menos transitoria, para mantener el calendario de visitas, pero para hacerlo «necesitamos un reconocimiento expreso por parte de la Generalitat», según explica a Levante-EMV el concejal de Patrimonio, Pablo Abelleira. El edil de ADN Morvedre añade que «no está muy claro» si esta vía se ajusta a la legalidad, aunque insiste en que «necesitamos darle ya una solución definitiva».
Este problema de la falta de póliza contra accidentes no se nuevo. De hecho, hace unos meses ya obligó a suspender las visitas, un problema que se superó de forma transitoria mediante aportaciones que llegaron de forma particular por miembros del equipo de gobierno o de otras entidades, como Iniciativa Porteña (IP). Desde la propia fundación ya se advirtió que esto no era más que un parche y tres meses después se ha demostrado.
Otras opciones barajadas durante las últimas semanas que tampoco han tenido éxito son la constitución de una gestora o la posibilidad de hacer efectivas las subvenciones públicas pendientes de pago, que están retenidas por las deudas con la Seguridad Social que arrastra la fundación.
Mientras y en el tiempo transcurrido desde que el problema se hizo evidente no se ha conseguido que la Conselleria de Cultura convocase una reunión del patronato de la Fundación de Patrimonio Industrial, que muchas voces coinciden que debe aportar la solución definitiva tanto al problema puntual del seguro del Horno Alto como a otras cuestiones que arrastra la entidad desde hace meses, la más acuciante de las cuales son las deudas que impiden pagar las nóminas de los trabajadores.
En esta línea, Abelleira insiste en que «no hacemos más que recordar a Cultura que es necesario reunir al patronato, pero seguimos sin fecha».
