Las condiciones en las que se encuentra el estadio del Fornás del Port de Sagunt mantienen muy preocupados a los dirigentes del CD Acero. De este modo, el presidente del club porteño, José Manuel Gil, señala que «cada día que pasa, el deterioro es peor y, cuanto más se tarde en acometer las reparaciones, más costosas y difíciles van a resultar».
El feudo donde desarrolla su actividad de forma exclusiva el CD Acero, incluidas sus categorías inferiores, es de titularidad municipal y por esta razón es el ayuntamiento el responsable de su mantenimiento, como lo fue hace unos años de las obras de remodelación del estadio, en las que se invirtieron cerca de 2 millones de euros de dinero público, que quedaron listos en verano de 2012.
Según indica Gil sobre el conocimiento que tiene el consistorio del estado del Fornás, el dirigente apunta que «han estado aquí tomando nota de todo y nos han dicho que van a ver de qué manera pueden resolver los problemas». A la espera de que los responsables municipales decidan cuál es la mejor manera de acometer las reformas, la realidad es que la salud del estadio está cogida con alfileres.
En la larga lista de deficiencias con las que cuenta el Fornás, el presidente acerista relata que «hay asientos arrancados, las puertas de los vestuarios son de conglomerado y están rotas por la humedad, los vestuarios se inundan cuando llueve, la jardinería está dejada, no viene nadie, hay graves deficiencias de limpieza y tenemos necesidad de que se cambien los focos, porque de noche se producen zonas sombrías donde no se puede jugar bien».
Cambio de focos y césped
De entre esta larga lista de deficiencias, existen dos en las que el Ayuntamiento de Sagunt ya ha dado su palabra para solucionarlas. Según Gil, «se han comprometido a cambiar los focos este verano y sustituir el césped, que está en muy mal estado, para la próxima temporada».
En el apartado de deficiencias, llama la atención las que respectan a la limpieza y la jardinería del estadio. Sobre el primer caso, el presidente del Acero señala que «nosotros hacemos lo que podemos, pero hay que tener en cuenta que cada semana entre espectadores y usuarios pasan por el estadio entre 3.000 y 4.000 personas».
Por lo que respecta a la jardinería, según se indica desde el club, ningún empleado municipal se hace cargo de estas funciones, por lo que se genera maleza y suciedad, además del propio descuido de las plantas de la zona ajardinada, algo que sorprende y extraña al presidente acerista, quien señala sobre la respuesta que le han dado desde el ayuntamiento que también «están viendo cómo solucionarlo».
