El Auditorio de Sagunt se quedó pequeño en el homenaje al músico y compositor Antonio Conde. Se trataba de un concierto muy especial ajeno a la programación municipal de Cultura que hizo vibrar a los asistentes y que no se descarta repetir próximamente en la ciudad.
En un principio, todo había sido gestado por el propio Conde para celebrar su 85 aniversario encima de un escenario. Su intención era estrenar una de sus obras, la Suite de jazz-sinfónico «Impresiones». Por ello, contactó con la «Valencia Big Band» y ésta, al ver que necesitaba un complemento, no dudó en embarcar en esa aventura a un grupo instrumental de viento de solistas de la «Lira Saguntina».
El Ayuntamiento de Sagunt cedió el espacio y, finalmente, se contrató a una firma local para todo lo relativo al sonido y la iluminación; todo un esfuerzo que supo a poco en cuanto la música empezó a sonar y el propio Conde demostró su habilidad tanto con la batuta como músico.
Si «Impresiones» es una obra que combina lo clásico con el jazz, donde queda muy bien plasmada la influencia de compositores como Bach, Bela, Bártok y Stranvinsky que con gran maestría se fusionan con el mundo del swing, el resto del repertorio fue seleccionado con el compositor con gran mimo. Esto permitió que los más de 30 músicos llegaran a una fusión total que se contagió al público e incluso dejó con ganas de más.
El responsable de la Valencia Big Band, Manolo Díaz, reconocía a Levante-EMV que «ante la buena acogida recibida» prevén contactar con el consistorio para repetirlo en la próxima programación de invierno y se han planteado grabarlo con mejor calidad para poder ponerlo a la venta.
Antonio Conde, amante del jazz y del mundo clásico, es un valenciano nacido en Benimaclet y afincado en Gilet desde hace años. Ligado a la música desde su infancia, empezó su primer trabajo profesional con Los Latinos en los Viveros Municipales. En Madrid conoció al batería José Farreras, un apasionado del Jazz que le contagió su pasión. Tras tocar con la Orquesta del cantante de boleros venezolano Lorenzo González tuvo la ocasión de irse a Ginebra y Suiza, con un contrato de un mes con los Hermanos Moreno, que se extendió otro mes en Lausanne, donde conoció a Berry Peritz, jefe de la Orquesta The Barry's con el que trabajó unos cuantos años. Todo, sin dejar de tocar varios instrumentos y de componer.
