El Camp de Morvedre aumentó su parque de empresas durante 2014, poniendo así fin a varios ejercicios consecutivos con descensos. Esta recuperación, sin embargo, está ensombrecida por el retroceso en la actividad industrial, ya que en este sector se contrajo el número de compañías en algo más de un 3 %, según la difusión municipal del directorio central de empresas.
Este registro refleja que la comarca inició el pasado año con 4.887 actividades empresariales, por las 4.809 que estaban activas a principios de 2014. Este incremento se sustentó en los servicios, ya que, al igual que en la industria, la cantidad de empresas en la construcción se redujo.
Esta variable es sólo una de las muchas del diagnóstico elaborado con motivo del Plan Estratégico de Reindustrialización de El Camp de Morvedre, que la concejala de Presidencia y diputada autonómica, Teresa Garcia, presentó ayer durante la primera sesión de trabajo de este proyecto participativo.
Este documento recoge también el número de trabajadores por sectores que presentaba la comarca a principios del pasado año, cuando de las 20.905 afiliaciones a la Seguridad Social, dos de cada tres eran por trabajos en el sector servicios, algo más de uno de cada cinco en industria y el 13 % restante se lo repartían casi a partes iguales la agricultura y la construcción.
Estas proporciones muestran una mayor diversificación de la estructura productiva en la comarca que los promedios autonómico y provincial, mientras que, en la evolución descendente del mercado laboral desde 2008, la industria ha sido la más resistente, debido a «una menor dependencia de la demanda interna» y a una «mayor capacidad de exportación», según este diagnóstico.
En cualquier caso, el documento apostilla sobre esta cuestión que «la pérdida de trabajo en la industria tiene connotaciones diferentes al resto de sectores porque, en términos generales, las características de estos empleos son de mayor calidad que en los servicios o los sectores primarios, donde hay más estacionalidad y precariedad laboral».
Además de análisis sobre la demografía, el desempleo y las ocupaciones con más parados y más contrataciones, esta radiografía de la estructura productiva en la comarca ofrece una serie de conclusiones, en la que se reconoce el deterioro laboral entre 2008 y 2015, el efecto del cierre y deslocalización de grandes empresas como Bosal, Prosidmed o Galmed, que ha agudizado la crisis en el sector industrial, así como la más reciente evolución del desempleo.
En este último caso, el diagnóstico comarcal resalta que la reducción del paro ha sido más tímida en el sector industrial y para los mayores de 45 años, especialmente mujeres, mientras que el desempleo se concentra en los estratos de población menos cualificada y en las ocupaciones elementales.
Aspectos fuertes y débiles
Tras presentar este documento, la sesión de trabajo celebrada ayer se dividió entre los tres grupos funcionales, compuestos por políticos municipales; el consejo económico y social de Sagunt, así como los técnicos del ayuntamiento, la Generalitat, las universidades y las entidades de innovación. En todas ellas se trató de dar respuesta a cuestiones como los aspectos más fuertes y débiles del sector industrial comarcal o las potencialidades no aprovechadas.
Sobre estos aspectos y antes de presentarse las conclusiones, la aplicación de factores de innovación en la actividad industrial fue una de las necesidades detectadas en la estructura productiva, que actualmente se fundamenta en la metalurgia y sus servicios auxiliares, la actividad agroalimentaria, los minerales no metálicos y actividades logísticas como el almacenamiento y la venta al por mayor.
