Únicamente un reumatólogo trabaja en el área de salud de Sagunt para atender a las más de 150.000 personas que pueden requerir sus servicios al residir en El Camp de Morvedre o diversas poblaciones de L' Horta Nord, el Alto Palancia y la comarca de La Plana.
La cifra está lejos de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tiene un claro resultado en el día a día de muchos pacientes: Las listas de espera para acudir a su consulta son como mínimo de 7 meses, como aseguraban a Levante-EMV algunas afectadas por este tipo de patologías y como confirmaron también fuentes sanitarias.
Ese periodo aún se alarga a veces a los 11 meses si se trata de personas que quieren tratarse en Sagunt pero, por lugar de residencia, tienen otro hospital asignado. Por ello, el malestar entre los afectados es cada vez mayor y, justo cuando hoy se celebra el Día Internacional de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica, ya hay quien plantea incluso acciones de protesta si las autoridades sanitarias no adoptan pronto soluciones.
Desde el hospital saguntino se admitía que el centro lleva ya años con un sólo reumatólogo, a pesar de que el número de pacientes tratados en ningún caso se reduce y de que este profesional atiende tanto las consultas externas como a quien esté ingresado en el hospital.
Aunque con la anterior gerencia ya hubo gestiones para intentar lograr un refuerzo, la situación permaneció invariable y ahora la actual dirección trabaja de nuevo en esa línea «aún con las muchas limitaciones presupuestarias existentes», como explicaron desde el centro.
En medios sindicales se admitía que «hace ya tanto tiempo que no hay dos reumatólogos en el hospital» que ni se recuerda la fecha en que sólo un profesional atiende a toda el área de salud. Y eso que, por número de población, la unidad debería estar atendida por tres especialistas, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda uno por cada 45.000 habitantes.
«Desequilibrio»
En el caso de Sagunt, preocupa además que el reumatólogo «no tenga ni sustituto los días en que está de baja» y, sin embargo, otras unidades del hospital tengan una decena de profesionales o más. «No es justo que haya un desequilibrio tan grande cuando cada vez somos más las personas afectadas por enfermedades degenerativas, sobre todo, en una zona como ésta donde abundan los reumas, por la cercanía al mar y a zonas húmedas», explicaba una afectada.
Otro de los aspectos que preocupa a estos pacientes es que esa escasez de reumatólogos, en mayor o menor medida, se da también en otros hospitales públicos de la Comunitat Valenciana según datos de la Sociedad Valenciana de Reumatología (SVR) «y ello desmotiva a que las nuevas generaciones de estudiantes se inclinen por esta especialidad donde hay menos oportunidades de lograr empleo», afirmaban, al tiempo en que reclamaban que las autoridades se conciencien y reviertan esta situación.
