El trinquet comarcal de Sagunt, tantos años olvidado por el ayuntamiento y otras instituciones, sin actividad relacionada al objeto para el que fue construido, ha saltado a la palestra por la polémica suscitada al pintar en su fachada un mural con una alegoría, más al arte floral que a la singularidad que un recinto de estas características hubiera requerido.
Al menos, así lo reivindican muchos aficionados, jugadores y clubes de la comarca, que han puesto el grito en el cielo y critican «la falta de sensibilidad hacia la pilota» por parte del Ayuntamiento de Sagunt, pues la mayoría piensa que el mural es más propio de «una discoteca, una sala de fiestas o un bazar» que de un trinquet.
El concejal de Juventud, Guillermo Sampedro (EU), impulsor de la campaña cultural que ha dado pie al mural, además de otros que se han pintado o se van a pintar en otros edificios de Sagunt y el Port, le quita hierro a la polémica y declara a Levante-EMV que «el grafiti es una forma de darle vida y revitalizar un espacio que el anterior gobierno municipal del PP dejó morir, porque no le interesaba».
Sampedro añade que «recuperar la pilota es una prioridad para este gobierno. Y prueba de ello es que en el presupuesto para 2016 había una partida reservada para este fin, que no se ha podido aplicar porque no se aprobaron las cuentas. Siento que a alguien no le pueda gustar el mural, pero lo importante es que se rehabilite el trinquet por dentro y lo de la fachada es secundario».
No obstante, el rechazo a un mural, obra de la artista Julieta, que nada tiene que ver con la pilota es palpable en todas las fuentes consultadas por este periódico. Como el jugador profesional Dani, de Benavites, que señala con rotundidad: «La pintura de la fachada del trinquet no tiene ningún sentido y me parece una vergüenza que un consistorio pueda hacer una cosa así, cuando, además, llueve sobre mojado por el abandono que Sagunt ha hecho del recinto». Dani añade que «precisamente, hace menos de un mes que le dije a Fredi — responsable de una empresa de promoción de la pilota— que debíamos hablar con el alcalde de Sagunt para ver la manera de recuperar la actividad en el trinquet, porque es una pena que una instalación así haya caído en el olvido».
Instalación «desvirtuada»
Por su parte, el once veces campeón individual Álvaro, también es de la opinión de que «el mural no le pega ni en cola a un trinquet. Me parece una vergüenza y una burla para la gente de la pilota. Se podría pintar de muchas maneras una instalación así, sin desvirtuarla», añade el de Faura.
Mientras, los presidentes de los clubes pilotaris de Quart de les Valls y Faura también muestran su repulsa al mural y recuerdan los años de abandono del trinquet de Sagunt. Juan A. Castillejo apunta que «hace años íbamos a entrenar allí y la última vez, después de haber concertado la hora con el conserje del polideportivo que está al lado, nos vinimos sin poder entrenar, porque la cancha estaba ocupada por alimentos que iban a repartir a los necesitados». Y Juanba Camarelles también recuerda otra muestra del «cajón de sastre» en que se convirtió desde hace años el trinquet. «Íbamos a entrenar y nos caían las flechas de los que hacen práctica de tiro con arco en los pasillos de arriba». Y añade que «soy partidario de modernizar la pilota, pero no de esta manera, con un mural impropio de un trinquet».
Y Raúl Herrera, exjugador y monitor de las escuelas en la comarca, también rememora cómo, además del tiro con arco, «se hacían presentaciones falleras en el trinquet. Y los jubilados tenían un lugar en los vestuarios para jugar a petanca y enseres para guisar paellas que se comían allí mismo. Y ahora faltaba el mural. Un abandono total», remacha.
