Las excavaciones impulsadas en Sagunt durante el acondicionamiento de una plaza junto a los restos del tempo de Diana han dejado al descubierto diversas estructuras atribuidas inicialmente al periodo medieval.
La actuación ha sacado a la luz un aljibe y una calzada, datados en un principio en los siglos XIV o XV, además de una estancia moderna, de los siglos XVIII y XIX.
Esto ha provocado algunos cambios en el proyecto inicial, pues la intención del ayuntamiento es dejar a la vista algunos restos y significar otros sobre el pavimento de la nueva plaza; un lugar con acceso directo desde la calle que se prevé cerrar por la noche, así como desde la lindante Casa dels Berenguer.
A falta de confirmar estos extremos con los técnicos de la Conselleria de Cultura, la previsión municipal es dejar a la luz este enlosado delimitado por dos muros de bloques de calcárea.
En el caso del aljibe, la intención es documentarlo y protegerlo para luego significar su ubicación sobre el nuevo pavimento. Como aseguraba el concejal de Patrimonio, Pablo Abelleira, «en estos casos, la conselleria siempre tiene la decisión final sobre lo que se preserva o no. El aljibe, teniendo en cuenta también cuestiones de mantenimiento, se piensa tapar y marcar luego sobre el pavimiento, colocando carteles explicativos sobre los hallazgos para que la gente lo pueda comprender», decía en declaraciones a Levante-EMV.
Mientras en el lugar continúan las obras dirigidas por Francisco Requena y las excavaciones a cargo de la arqueóloga Mayte Sánchez, la datación exacta de las estructuras encontradas está pendiente del estudio de los materiales cerámicos, como es habitual en estos casos.
Plan de la diputación
La intervención en el solar situado junto a los restos del templo de Diana está incluida dentro de las obras impulsadas por el Ayuntamiento de Sagunt gracias a los Planes de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS) de la Diputación de Valencia que han permitido una inversión total en la ciudad de 2,3 millones de euros.
En concreto, a estos trabajos se destinaron en un principio unos 79.000 euros al incluir tanto su ejecución como la dirección arquitectónica y el seguimiento arqueológico, si bien luego la obra se adjudicó a la empresa Construcciones Arcas Caballer, SL, por 65.081 ?. La adecuación de este espacio es una de las viejas asignaturas pendientes de la ciudad con tal de dignificar el espacio y convertirlo en polo turístico.
