El Atlético Saguntino ve más cerca el ascenso a Segunda División B, después del partidazo que disputó en el partido de ida de la eliminatoria de campeones. Los rojillos vencieron al CD Calahorra en el Camp Nou de Morvedre (2-0), ante una afición entregada en una tarde que se recordará para siempre en la historia del club.

El equipo saguntino minimizó a su rival sobre el terreno de juego, un oponente que venía a la capital de El Camp del Morvedre avalado por su récord de puntos y de goles, pero los riojanos probaron en sus carnes la receta del triunfo que tan buenos resultados le está dando al Saguntino esta temporada: Máxima concentración, solidaridad y entrega absoluta de todos los jugadores. Los rojillos hicieron un derroche de esfuerzo impresionante desde el principio hasta el final en una tarde épica cuando hasta el viento de poniente se alió con los locales para hacer más físico y exigente un partido en el que quien más sacrificio puso sobre el campo se llevó el gato al agua.

El entrenador rojillo, David Gutiérrez, indicó sobre las claves del partido que «son encuentros de máxima concentración y quien comete errores los paga. No estamos acostumbrados a jugar partidos con tanta tensión y con un ambiente así, pero los jugadores estuvieron magníficos». En cuanto a la capacidad rojilla para anular a su rival, Gutiérrez señala que «ellos cambiaron su estilo de juego para ser más directos y nosotros supimos defender a un equipo que ha marcado 110 goles esta temporada dejándolos sólo en dos ocasiones, y una de ellas fue un tiro de 40 metros».

Solidez defensiva

La compenetración como equipo y la solidez defensiva destacaron en los saguntinistas, donde cabe mencionar también de manera especial el guante de seda que maneja David Fas con su bota derecha, el rojillo marcó el primero a los 40 minutos tras transformar un riguroso penalti y fue quien botó la falta que daría lugar al 2-0 en la segunda parte con la inestimable colaboración de la defensa, que no supo despejar el centro envenenado de Fas y acabó marcando en propia portería. También más que destacable fue la actuación del delantero Esteve, quien se peleó los 90 minutos con la defensa rival y derrochó energía a raudales, siendo un auténtico incordio para el rival.

En el apartado de lo más destacable de la tarde merece un lugar privilegiado el comportamiento de la afición con el equipo saguntinista. Tal y como señala el entrenador rojillo, «la afición estuvo sensacional, un espectáculo, todo el estadio animando y volcado con el equipo. Ojalá pudiéramos jugar todos los partidos de esta manera».

El CD Calahorra se dio cuenta de que sólo con calidad no podrá superar una eliminatoria que se les ha puesto muy cuesta arriba y que vivirá su desenlace el próximo domingo a las 18 horas en tierras riojanas.