Seguían órdenes de la central belga del grupo y no tenían capacidad de decisión. Ése es el argumento que, según representantes de los extrabajadores de Bosal, utilizaron ayer los dos exresponsables de la factoría cuando declararon ante el titular del juzgado número 4, dentro de las diligencias previas abiertas tras las querella de CC OO contra el cierre de la planta.
Unos cien extrabajadores de la planta les habían «hecho un pasillo» y les habían recibido con una pancarta entre gritos y abucheos. Una escena similar se repitió a la salida, aunque con más tensión, sobre todo, cuando un exoperario se dirigió a ellos cara a cara.
De esta manera se evidenció el gran malestar existente entre un colectivo que se vio en la calle sin ninguna indemnización y que ahora ve cómo a algunos se les ha empezado a agotar el subsidio de desempleo sin que lleguen las prometidas ayudas oficiales.
La plantilla estuvo acompañada tanto por la secretaria general de CC OO en la comarca, Begoña Cortijo, como por Jovi Langa, responsable del movimiento obrero del Partido Comunista.
La comparecencia del que fuera responsable de Recursos Humanos, Luis Fernando Millán, se prolongó casi una hora y la del exdirector financiero, Benito Casas poco más de 30 minutos, según fuentes de la plantilla.Se espera que el próximo 1 de julio comparezcan ante el juez los otros exresponsables de la factoría que habían sido citados el pasado miércoles, pero que lograron ganar tiempo, al alegar que no les había llegado la notificación.
