La coincidencia de las camisetas de los dos equipos hizo que el domingo Calahorra fuera un continuo desfile rojo que le hizo la competencia a la celebración del Corpus. La única diferencia era el escudo y las palabras de ánimo al equipo. Por lo demás, tranquilidad, en una convivencia pacífica se desarrollaron las horas previas al encuentro.

El día anterior había llegado junto con el equipo y directivos la primera oleada de seguidores saguntinos y el domingo en un continuo goteo tanto en vehículos particulares como en autobuses llevó hasta cerca de 500, que se congregaron en el campo desde más de una hora antes del encuentro. Una presencia que se dejó sentir y que no dejó de animar a su equipo. La voz cantante la llevaba el Frente Romano a quien no silenció siquiera el duro golpe que suponía el empate de la eliminatoria, porque tras cumplirse el minuto 90 con el empate a cero, ni los más pesimistas podían imaginar que en apenas 2 minutos la euforia iba a dar paso a los nervios.

Con un ambiente que se podía cortar se jugó la prórroga que ya sin que se moviera el resultado dio paso a la tanda de penaltis que afortunadamente no resultó demasiado enervante al fallar el Calahorra los primeros lanzamientos, mientras que los nuestros convertían los suyos. Lluna fue el héroe al detener el penalti que le daba al Saguntino el ascenso a 2ªB por primera vez en su casi centenaria existencia. La numerosa hinchada se lanzó al campo a felicitar a los jugadores y compartir su alegría al mismo tiempo que una tromba de agua descargaba sobre la ciudad. Jugadores y afición salieron absolutamente empapados, pero la felicidad hizo que el chaparrón quedara en una anécdota, que se olvidó rápido porque regresar hacia Sagunto eliminados hubiera hecho el viaje más pesado.

Algo importante se ha realizado en el fútbol saguntino y es tal vez hora de mirar el futuro futbolístico con una perspectiva esperanzadora, que no quede este logro como algo anecdótico, ir asentando unas bases que permitan ser optimistas de cara a las próximas temporadas. Un equipo en 2ªB resulta un desembolso importante y solo con los socios actuales resultará complicado mantener la categoría. Este año la impresión es que se ha trabajado bien. Directiva, cuerpo técnico y jugadores han sido capaces de tirar de la afición, que ya sabemos que responde mejor cuando las cosas funcionan y que al venir mal dadas simplemente da la espalda.

Es buen momento para trabajar en la buena dirección y tener un equipo en una categoría superior a la que estamos acostumbrados.