El portavoz de Iniciativa Porteña (IP), Manuel González, considera «inexplicable» que la propuesta presentada desde Alcaldía sobre el CD Acero fuera aprobada con los votos de IP y PP, mientras que el propio Quico Fernández se abstuvo junto al resto de grupos del tripartito municipal, PSPV y Ciudadanos. «Me parece hipócrita traer al pleno un acuerdo para no aprobarlo».

A su juicio, «todo lo ocurrido en el Fornás en la instalación del césped artificial», desde que lo impulsó el anterior tripartito, está plagado de irregularidades»: «Lo primero, que el ayuntamiento, aunque reconocía en el escrito que es una instalación municipal, firmó un convenio con el CD Acero por el que permitió al club que adjudicara la obra. El gobierno que firmó ese convenio estaba integrado por Compromís, PSOE y EU, allá por año 2006. Claro, al ser el Club el que asumió la responsabilidad de gestionar la obra, después todas las actuaciones administrativas y judiciales, se han visto condicionadas por este hecho».

El segregacionista cree que «esta forma de actuar, no se ajustó a la legalidad, puesto que estamos hablando de una instalación municipal y hay que dejar claro que las competencias para realizar y adjudicar obras en estas instalaciones son exclusivamente del ayuntamiento. No obstante, de esta forma se explica lo ocurrido. Hubo un exceso de medición por el que la empresa CESPALIA S.L. reclamó más de 28.000 euros, que tras decisión judicial, obligan al club a hacer frente a este pago con los correspondientes intereses».

Desde Iniciativa Porteña aseguran que «siempre hemos intentado enmendar el error cometido y de alguna manera resarcir al CD Acero de los costes que supusieron para sus arcas, esta mejora en el Fornás. Así, tras aprobarse una moción presentada por IP, el club recuperó parte del dinero invertido en la instalación del césped artificial. Esa era la intención del acuerdo plenario que permitió al CD Acero recuperar sus subvenciones municipales. Y precisamente lo que se pretende con el pago de la sentencia sobrevenida por ese proyecto, es cerrar de una vez por todas un error que jamás se tenía que haber producido».

Junto a ello asegura que el precio pagado fue menor que en otros campos: «Como referencia les diré que el proyecto estaba valorado en 300.000 euros, frente al medio millón de euros que costaron las instalaciones de césped artificial en los campos de Xulla o Inter núcleos, en ambos casos financiados por el convenio entre Ayuntamiento y Diputación. Es decir, el proyecto del Fornás fue menor en coste. A parte de tener un coste inferior „explica„, el máximo patrocinador del Club, se hizo cargo de la obra civil, valorada en 120.000 euros, con lo que el Ayuntamiento, consiguió que el Fornás tuviera césped artificial, con un coste de apenas 180.000 euros. Por este motivo, no entiendo las reservas del equipo de Gobierno municipal que no ha buscado alternativas para salvar los informes técnicos, por lo que hará frente al pago aún con esos informes en contra».

Obligación moral

Por ello, concluye que «el alcalde está obligado a participar en la decisión de pago al CD Acero, porque moralmente sabe que es lo más razonable. Además, la propuesta de acuerdo firmada por Francesc Fernández, aunque luego se abstuviera en su propia proposición, dice textualmente que "el ayuntamiento habilitará las pertinentes modificaciones extraordinarias de crédito o cualquier otra disponibilidad de crédito disponible?" Y esta modificación, aunque el alcalde quiera eludir su responsabilidad, es competencia del equipo de Gobierno que el dirige, además de que para continuar con el expediente, es necesaria la pertinente resolución de alcaldía. Así que le pido al señor Fernández, que en este asunto tenga la valentía que no tuvo en el pleno, donde ya le advertí que él no puede tirar la piedra y esconder la mano».