El asunto de las terrazas, el conflicto de Lafarge y los «Bous al carrer» centraron la audiencia pública que el equipo de gobierno celebraba ayer por la tarde en el Triángulo Umbral de Port de Sagunt con motivo del año transcurrido desde las últimas elecciones municipales que propiciaron el cambio en la gestión municipal y abrieron una etapa encabezada por Compromís, EU y ADN Morvedre tras varios años de mandato del PP.
La petición por parte de un vecino de una consulta popular para decidir si la ciudad es partidaria de los festejos taurinos, fue una de las cuestiones más llamativas de la tarde, ya que en la anterior audiencia realizada en Sagunt, este tema no formó parte del orden de día. Además de la petición, la intervención también solicitaba «valentía» al equipo de gobierno para abordar este asunto como se había hecho en otras poblaciones, poniendo como ejemplo Xàtiva, donde se ha llevado a cabo un referéndum por parte del ayuntamiento que ha llevado a la supresión de los espectáculos taurinos. Por su parte, el gobierno respondía que tendría en cuenta la petición, según explicó luego a Levante-EMV uno de los asistentes.
Las terrazas fue otro de los temas que se abordó después de escuchar al colectivo de hosteleros indignados por las multas que les habían impuesto, al considerar que sus instalaciones en la calzada eran ilegales. Los afectados pidieron que se les retiraran las sanciones después de que el ayuntamiento sí les hubiera cobrado la tasa por ocupar la vía pública, una medida que el alcalde, Quico Fernández explicó que no se podía hacer dándoles la opción de recurrir la multa. Por último, el conflicto de Lafarge volvió a tratarse, un punto donde el gobierno se mantuvo firme insistiendo en que la solución pasa por adaptar el convenio de 2013 a la legalidad vigente.
